Tribuna:

Elementos de un paisaje tecnocrático

En la Castellana se han sucedido y se suceden todo tipo de formas y estilos arquitectónicos. Cualquier arquitecto que se precie está casi obligado a dejar su testimonio mediante la ejecución de algún edificio en esta importante vía.Construcciones, del siglo pasado, e incluso del anterior, alternan con potentes edificios en permanente desafío técnico y estructural. El resultado del conjunto es más bien penoso, y es que un edificio no es bueno únicamente por sí mismo, sino también en relación con su entorno. La carencia de un planeamiento urbanístico adecuado, que impulse y confiera una cierta c...

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En la Castellana se han sucedido y se suceden todo tipo de formas y estilos arquitectónicos. Cualquier arquitecto que se precie está casi obligado a dejar su testimonio mediante la ejecución de algún edificio en esta importante vía.Construcciones, del siglo pasado, e incluso del anterior, alternan con potentes edificios en permanente desafío técnico y estructural. El resultado del conjunto es más bien penoso, y es que un edificio no es bueno únicamente por sí mismo, sino también en relación con su entorno. La carencia de un planeamiento urbanístico adecuado, que impulse y confiera una cierta coherencia a los criterios de integración urbana no hace más que agudizar este problema, siendo la Castellana y su prolongación un muestrario permanente de ese desconcierto urbanístico, o tal vez, simplemente, un fiel reflejo de nuestra época.

Sindicatos

En el número 16 del paseo del Prado se alza este edificio, obra de los arquitectos Francisco Cabrero y Rafael Aburto, cuya fachada, sobria y adusta, de rígida simetría, está en perfecta consonancia con la ideología que albergaba. Fue una de las primeras construcciones en altura que aparecen en esta zona.

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La Unión y el Fénix

Gutiérrez Soto fue uno de los arquitectos más prolíficos de este siglo. Nos ha dejado un variado muestrario de sus edificios, algunos de los cuales están enclavados a lo largo de este eje.

No se puede buscar una unidad estilística o un criterio determinado en su hacer, siempre se fue adaptando a las tendencias y exigencias del momento. Entre otros podemos destacar el edificio de viviendas situado en la esquina de la Castellana con la calle María de Molina, el Alto Estado Mayor, y, quizá el más significativo: La Unión y el Fénix, que, con sus veinte plantas, su chapado en mármol negro italiano y su carpintería en aluminio anodizado en oro y bronce, supone un grandioso pedestal para la estatua que lo culmina. Es uno de los precursores de los edificicis de gran altura que jalonan la Castellana.

Torres de Jerez

En la plaza que fue de Colón se erigen las torres bautizadas hace un par de años con el nombre de Torres de Jerez. En ellas Antonio Lamela realizó un alarde técnico que permite, por vez primera en España. contemplar una estructura colgada que sustenta las veinte plantas de cada torre.

Junto con el Centro Colón y la nueva estructura de la plaza, que Vaquero Turcios remata con sus esculturas, contribuye a conformar un ambiente urbano que no tiene nada que ver con el que antes allí existía.

IBM. Castellana, 4

Miguel Fisac, autor de este proyecto, lo realiza como solución a múltiples problemas: supresión de rayos infrarrojos, aprovechamiento máximo de la iluminación artificial, poner freno a los rayos solares de poniente, que producen tantas molestias, etcétera. El resultado exterior, masa de hormigón con estrechas ventanas, no deja de tener«cierto encanto».

Autobanco

Cercano a las Torres de Jerez, Antonio Perpiñá y Luis Iglesias realizaron este edificio, doble respuesta a unos nuevos servicios bancarios desconocidos aquí hasta ahora, y a la composición de volúmenes en orden abierto entre medianeras. Permite la introducción del automóvil dentro del sistema bancario, suprimiendo rejas e impenetrables fachadas. Las fuentes del interior son obra de Carlos Bohigas.

Bankunión

Edificado sobre parte de los terrenos que ocupaba la desaparecida calle de Martínez de la Rosa (más conocida como calle de la «Ese») donde se asentaban palacetes de gran calidad.

Los arquitectos José Antonio Corrales yRamón Vázquez Molezúri, aportaron a la Castellana esta solución, calificada en su momento de atrevida, que se acerca a presupuestos arquitectónicos tecnológicos.

Bankinter

Con este edificio Rafael Moneo y Ramón Bescós nos dan un gran ejemplo del tratamiento de nuestra herencia arquitectónica, respetando el palacete del marqués de Mudela, que mantienen en primer plano, conectándolo con el sobrio edificio posterior mediante un paso elevado.

Banco de Bilbao

La nueva sede del Banco de Bilbao, obra del arquitecto Sainz de Oiza, destaca actualmente de las demás debido a su altura (treinta plantas), aunque quizá sea superada próximamente por otro edificio, la polémica torre de cuarenta y cuatro plantas. Es muy probable que este edificio presente en su conclusión unas características y soluciones que reclamen un tratamiento más en extenso.

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