CAMPSA facturó medio billón de pesetas

Las ventas totales de CAMPSA en 1978 superarán probablemente la cifra de 500.000 millones de pesetas, según pone de relieve el presidente de la compañía en una carta remitida a los accionistas. Esta cifra supondrá mejorar la facturación en un 18% respecto al año anterior. En cuanto a los productos distribuidos el aumento en volumen es del orden del 4%.El leve aumento de la venta de productos se debe a la baja demanda de fuel-oil, tanto por la débil actividad industrial como por las fuertes lluvias, que han disminuido la operatividad de las centrales térmicas por hidrocarburos. Los aumentos de ...

Las ventas totales de CAMPSA en 1978 superarán probablemente la cifra de 500.000 millones de pesetas, según pone de relieve el presidente de la compañía en una carta remitida a los accionistas. Esta cifra supondrá mejorar la facturación en un 18% respecto al año anterior. En cuanto a los productos distribuidos el aumento en volumen es del orden del 4%.El leve aumento de la venta de productos se debe a la baja demanda de fuel-oil, tanto por la débil actividad industrial como por las fuertes lluvias, que han disminuido la operatividad de las centrales térmicas por hidrocarburos. Los aumentos de consumo de querosenos, gasolinas y gasóleos han sido del 8%.

En la carta a los accionistas el presidente, señor Foncillas, destaca los resultados de las pruebas de producción de los campos de gas descubiertos por CAMPSA en el golfo de Cádiz. Una estimación de producción futura de gas eleva a casi dos millones de toneladas/año equivalentes de petróleo las posibilidades del campo de Cádiz.

En el año 1978 las inversiones de CAMPSA ascendieron a casi 12.000 millones de pesetas, materializadas, sobre todo, en la ampliación de la capacidad de almacenamiento de productos energéticos. CAMPSA trata de ampliar sus reservas, sobre todo con objeto de garantizar posibles etapas de difícil abastecimiento.

Con respecto a la estructura de capital de la sociedad, el presidente indica que éste se eleva a 9.316 millones, de los que el Estado controla, a través de la Dirección General del Patrimonio del Estado, algo más del 50%.