Repercusiones del alza en los Países del Tercer Mundo

Organismos internacionales especializados iniciaron el análisis de la incidencia del inminente aumento de los precios petrolíferos sobre las economías de las naciones del Tercer Mundo, pero sólo se llegó a opiniones discrepantes en cuanto a los posibles beneficios o perjuicios que pueda causar en el enorme conglomerado de países en desarrollo.El año pasado, cuando la OPEP decidió en su conferencia de Caracas congelar los precios petrolíferos, el presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, sugirió como una eventualidad alterna aumentarlos en un 5-8% y destinar ese dinero a apoyar las endebles e...

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Organismos internacionales especializados iniciaron el análisis de la incidencia del inminente aumento de los precios petrolíferos sobre las economías de las naciones del Tercer Mundo, pero sólo se llegó a opiniones discrepantes en cuanto a los posibles beneficios o perjuicios que pueda causar en el enorme conglomerado de países en desarrollo.El año pasado, cuando la OPEP decidió en su conferencia de Caracas congelar los precios petrolíferos, el presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, sugirió como una eventualidad alterna aumentarlos en un 5-8% y destinar ese dinero a apoyar las endebles economías

La OPEP no se pronunció sobre ese particular, y aun cuando el tema fue analizado posteriormente en reuniones sectoriales, pareció haber sido relegado a un plano secundarío. Es posible, sin embargo, que la nueva contingencia de estrechez económica en que se encuentran actualmente los países petrolíferos, como consecuencia de la pérdida de casi cinco dólares por barril exportado debido a la inflación y la depreciación del dólar, no permita cristalizar la iniciativa de Pérez.

Prácticamente los trece países de la OPEP, tras la cuadruplicación de los precios en 1973-74, iniciaron proyectos faraónicos de desarrollo económico, sin percibir que no se reeditarían las circunstancias favorables que llevaron al rápido incremento de los valores del crudo. Como consecuencia de ello, comenzaron rápidamente a apelar al financiamienfo externo, afectando en múltiples casos sus balanzas de pagos. La debilidad actual de las economías de los ricos países petrolíferos quizá no les posibilite conceder facilidades de pago a largo plazo para la adquisición de petróleo a las naciones del Tercer Mundo o a cofinanciar sus planes de desarrollo.

Algunos expertos del Banco Mundial creen que el aumento de la OPEP tendría sobre las naciones subdesarrolladas un efecto beneficioso porque les daría un impulso aún mayor hacia la exploración y explotación de su propio petróleo, así como produciría una reestructuración más racional de toda su administración económica.

También se cree que otra alza de los precios aumentaría la presión sobre la OPEP para que amplíe sus programas de asistencia a los países más pobres del Tercer Mundo.

El Banco Mundial, en un reciente análisis, dijo que los países subdesarrollados pudieron superar con un cierto grado de eficacia los fuertes aumentos de 1973-74, expresando que, «como grupo, los países en desarrollo tuvieron una actuación económica considerablemente mejor que la de los países desarrollados».

Pero quienes creen en el resultado negativo del alza de los precios arguyen que ello provocaría un crecimiento en la sustancial deuda exterior de los países en desarrollo importadores de hidrocarburos, ya que la mayoría de estas naciones aún tienen que pedir préstamos para pagar sus cuentas petrolíferas.

Estados Unidos, que es quien procura frenar mayormente el aumento de los precios de la OPEP, recuerda ahora la difícil situación de las economías del Tercer Mundo y apela a los buenos sentimientos del organismo petrolífero multinacional. Pero en el fondo lo que ocurre es que el aumento de los precios a quien afectaría más sensiblemente sería a la economía norteamericana, dado que esa nación, que tiene el 5% de la población del mundo, consume el 40 % del total del crudo que se extrae mundialmente.

Aparentemente, en lo que hay unidad de criterios es en que los efectos del nuevo aumento petrolífero serán diversos en el conglomerado de las naciones tercermundistas, en base a los precios preferenciales dirigidos por cada uno de los productores hacia determinado país. Así, se ha visto por ejemplo que los países más pobres del Sur de Africa no fueron beneficiados con créditos o precios diferidos (una especie de pago en cuotas), por lo cual están aún violentamente sacudidos por el cambio energético producido a partir de 1973.

Por el contrario, la India fue un pqís que pudo sacarle provecho al aumento, porque incrementó sustancialmente su comercialización con la OPEP, aprovechando su sólida infraestructura industrial y mediante el envío de mano de obra a Oriente Próximo.

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