"En la figura del Rey, la OIT reconoce el cambio democrático en España"

El Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), máxima instancia colegiada del organismo, acordó ayer por unanimidad cursar una invitación oficial al rey Juan Carlos, para que en calidad de invitado de honor asista a la próxima Conferencia Internacional del Trabajo, que tendrá lugar en junio de 1979. El Consejo de la OIT acordó, asimismo, invitar al presidente de Colombia, Julio César Turbay, y al primer ministro de Grecia, Constantin Caramanlis.

La invitación al Rey de España fue acogida con satisfacción unánime por el representante de los empresarios e...

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El Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), máxima instancia colegiada del organismo, acordó ayer por unanimidad cursar una invitación oficial al rey Juan Carlos, para que en calidad de invitado de honor asista a la próxima Conferencia Internacional del Trabajo, que tendrá lugar en junio de 1979. El Consejo de la OIT acordó, asimismo, invitar al presidente de Colombia, Julio César Turbay, y al primer ministro de Grecia, Constantin Caramanlis.

La invitación al Rey de España fue acogida con satisfacción unánime por el representante de los empresarios españoles ante el organismo, Vicente Castellano (de la CEOE), por José Antonio Aguiriano, representante de los trabajadores españoles, y por el embajador de España ante la OIT, Manuel Jiménez de Parga.La OIT celebrará durante la próxima conferencia de junio sus sesenta años de existencia. Hace diez años, al cumptirse el cincuenta aniversario, el invitado de honor fue el papa Pablo VI.

El embajador español declaró que consideraba que era muy significativo y revelador de la estimación que merece el Rey, en los ambientes internacionales, el hecho de que la OIT, al conmemorar su sesenta aniversario, haya querido unánimemente que el invitado de honor sea precisamente don Juan Carlos.

«En cualquier organismo internacional, la presencia del Rey tiene un carácter notable», sostuvo Jiménez de Parga, agregando que «si se tiene en cuenta que se trata de un foro mundial del trabajo, con presencia tripartita de empresarios, representantes gubernamentales y de trabajadores, en este caso, la invitación al Rey de España adquiere una singular significación».

Por su parte, el representante de los trabajadores españoles, José Antonio Aguiriano (UGT), sostuvo que la invitación hecha al Rey «significaba, en su conjunto, un honor que se hace al país como tal, en la figura de su Jefe de Estado». Es decir, precisó Aguiriano, «es el reconocimiento de que España, sobre todo después de la Constitución, ha entrado en un proceso democrático y de consolidación de la estructura política, económica y social del país, y en tal sentido hay que apreciar la invitación», concluyó.

Finalmente, Vicente Castellano, por los empresarios españoles (CEOE), estimó que «es claro que si invitan al Jefe de Estado español es porque consideran que España es ya un Estado democrático como cualquier otro Estado de Europa occidental», añadiendo que «si con motivo de los sesenta años se piensan realizar actos extraordinarios, y se invita al ley de España, es porque se considera un jefe de Estado extraordinario, en alguna forma. «En definitiva, que si quieren darle categoría a este aniversario -concluyó Castellano-, esta es una manera de dársela, y resulta satisfactorio para todos.»

Hoy se estudian las denuncias de UGT

Finalmente, cabe destacar que hoy el Consejo de Administración conocerá el informe que le remitió el Comité de Libertad Sindical, sobre una reclamación interpuesta por la UGT a través de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), sobre el no cumplimiento, por parte del Gobierno español, de los convenios 87 y 98, relativos a libertades sindicales.El representante de los trabajadores españoles, José Antonio Aguiriano, anunció que hará uso de la palabra en la sesión del Consejo para fundamentar verbalmente dicha queja, y anticipó que se hará eco del malestar que existe en amplios sectores de la OIT por el hecho de que el Gobierno español, en sus delegaciones ante reuniones sectoriales de la Organización, se haya hecho representar por «elementos que hasta no hace mucho fueron fervientes defensores del sindicalismo vertical».

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