El Gobierno modifica los objetivos de política monetaria para permitir mayor financiación privada

Los objetivos monetarios del Gobierno para el año próximo han sido modificados al alza de forma sensible, a tenor de las últimas cifras que se vienen barajando estos días en medios solventes, tanto del sector público como del privado. Las autoridades económicas parecen haber cedido algo a las presiones que se venían manifestando últimamente en el sentido de que el objetivo de lograr un aumento de la inversión del 10% el año próximo era de muy difícil realización y que, en cualquier caso, las dificultades de financiación iban a ser también muy grandes.

Las últimas encuestas realizadas en...

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Los objetivos monetarios del Gobierno para el año próximo han sido modificados al alza de forma sensible, a tenor de las últimas cifras que se vienen barajando estos días en medios solventes, tanto del sector público como del privado. Las autoridades económicas parecen haber cedido algo a las presiones que se venían manifestando últimamente en el sentido de que el objetivo de lograr un aumento de la inversión del 10% el año próximo era de muy difícil realización y que, en cualquier caso, las dificultades de financiación iban a ser también muy grandes.

Las últimas encuestas realizadas en medios privados señalan en este sentido que una de las variables más destacadas de las expectativas de inversión es la cantidad de dinero disponible para llevarla a cabo, independientemente del coste del dinero y de otras variables. Es decir, importa más a los empresarios saber si va a existir posibilidad real de pedir y obtener créditos, que era una de las incógnitas más importantes que pesaban en el ánimo empresarial últimamente.

Flexibilidad.

Aunque el documento gubernamental para la negociación de los próximos acuerdos está diseñado desde hace ya varias semanas (tiene algo más de treinta folios de extensión), en los últimos días se han producido algunos retoques en el mismo que parecen afectar básicamente a la política monetaria. El objetivo de inversión ha sido rebajado al 8%, la inflación elevada a niveles más «realistas» para algunos y la expansión de la masa monetaria se ha dejado subir hasta niveles más acordes con el resto de los objetivos, que en conjunto siguen pronunciándose por una moderada expansión que no pierde de vista la necesidad de continuar la corrección del proceso inflacionista.

De acuerdo con informaciones solventes, la tasa de crecimiento fijada finalmente para las disponibilidades líquidas es del 17,5 %, algo por encima de la establecida para este año y que, sin embargo, se situará finalmente en torno al 20%. El crecimiento de la masa monetaria será, por tanto, más moderado en el año próximo, de acuerdo con los objetivos fijados por los responsables de la política monetaria.

La utilización de la financiación disponible durante el año próximo experimentará, sin embargo, una notable alteración con respecto a lo que está sucediendo este año. Estimaciones solventes permiten establecer que el año se cerrará con un aumento del crédito al sector privado de sólo el 14,7%, cuando hace un año se fijó implícitamente un crecimiento del 16,4%. Para el año próximo, el crédito interior a las actividades privadas aumentará en un 17,6%, según los objetivos oficiales, lo que permitirá una mayor fluidez en la financiación empresarial. Este mayor aumento de la financiación privada se apoya en un menor crecimiento de los activos exteriores (las reservas aumentarán el año próximo alrededor de 1.100 millones de dólares, según estimaciones realizadas por el Banco de España) y el recurso del sector público al Banco de España se mantendrá a niveles ligeramente superiores a los del año actual. Por tanto, las previsiones y los objetivos apuntan hacia un mayor crecimiento de la capacidad de financiación del sector privado, que es una de las reivindicaciones básicas de los representantes y portavoces empresariales a lo largo de los últimos meses.

Freno a las cajas

Por otra parte, la composición del crédito al sector privado experimentará también modificaciones sustanciales. El crédito bancario, que representa alrededor del 62 % de todo el crédito privado, deberá crecer un 151.1 %, cuando este año es probable que termine con un porcentaje de aumento del 11 % frente a una previsión implícita del 16 al 17 % establecida el pasado año. Los bancos privados van a aumentar, por tanto, de forma sensible su financiación y el empleo de sus recursos frente a las limitaciones relativas del año actual.

Menos crédito para las cajas de ahorro

Al lado de este aumento de la financiación de la banca privada, las previsiones de crecimiento del crédito para las cajas de ahorro experimentarán una contracción importante, ya que pasarán del 25 % de este año (previsión) al 20 % (objetivo) del año próximo. El crédito oficial, tercer pie del sistema bancario, aumentará aún más su beligerancia, con 210.000 millones de nuevos recursos y una tasa de crecimiento del 33% frente al 26 % previsible con que cerrará este año.

En contraste con estas tasas de utilización de los recursos, las previsiones de aumento de los mismos señalan un aumento previsible del 16,7 % en los depósitos bancarios, de un 19,3% en las cajas de ahorro y un crecimiento del 17 % en el efectivo en manos del público.

A la vista de este cuadro financiero, las intenciones de la política económica para el año próximo parecen definirse ya con alguna claridad. La tasa de inflación prevista podría ser del orden del 13 al 14 %, frente al 10-12 % inicialmente previsto, que era considerado como objetivo bastante ilusorio. Este 13-14% llevará a finales del año a un crecimiento de los precios durante 1979 del 10 al 12 %, objetivo que modifica el 9 % deseado en algunos sectores de la Administración y en algunas centrales sindicales inicialmente. Con estas cifras de aumento previsible o deseado de los precios, el producto interior bruto podría crecer alrededor de un 4-4 5% durante el año próximo.

Dificultades en el comercio exterior

En cuanto al sector exterior, algunos expertos señalan que el objetivo establecido por el Banco de España (aumento de las reservas exteriores en unos 1.100 millones de dólares) podría encontrar serias dificultades debido al signo cambiante que parece emprender el sector exterior de la economía debido al inminente aumento de los precios petrolíferos a mediados del mes próximo, un aumento más moderado de las exportaciones. mayores necesidades generales de importación de mercancías debido a la mayor actividad económica interior y a la previsible mayor necesidad de importación de productos agrícolas, a consecuencia de la próxima campana, que se considera de antemano mucho menos brillante que la actual.

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