Cartas al director

"El Imparcial" y la solidaridad con EL PAÍS

En unos momentos como los actuales, en los que un trabajador acaba de morir y otros dos continúan heridos, nuestro ánimo y el de nuestros compañeros se ha alejado de esta triste realidad por la actitud que el diario El Imparcial ha tomado contra nosotras. Sin embargo, no tenemos más remedio que contestar a la nota publicada ayer por nuestro periódico, en la que se nos tachaba de personas insolidarias con nuestros compañeros, como se nos acusa. Nuestros nombres circulen y ocupen un lugar en los periódicos en un momento como el presente en el que hay tanto que informar.En cualquier caso, ...

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En unos momentos como los actuales, en los que un trabajador acaba de morir y otros dos continúan heridos, nuestro ánimo y el de nuestros compañeros se ha alejado de esta triste realidad por la actitud que el diario El Imparcial ha tomado contra nosotras. Sin embargo, no tenemos más remedio que contestar a la nota publicada ayer por nuestro periódico, en la que se nos tachaba de personas insolidarias con nuestros compañeros, como se nos acusa. Nuestros nombres circulen y ocupen un lugar en los periódicos en un momento como el presente en el que hay tanto que informar.En cualquier caso, y ya que los hechos están así, aprovechamos esta nota para explicar a nuestros compañeros cómo se han desarrollado realmente los hechos, explicación que nos ha sido vetada, ya que tenemos prohibida, desde el día 31 por la tarde, la entrada en nuestro periódico.

En primer lugar tendremos que aclarar que en la asamblea donde se leyó esta conflictiva nota, una de nosotras dos estaba cubriendo la información, mientras que la otra y otro compañero más habían acudido por su propia iniciativa.

Como en nuestro periódico no existe un comité de empresa que represente a los trabajadores y a nosotras en ningún momento se nos dio por parte de nuestros compañeros ni nuestros jefes ninguna representatividad, decidimos, a nivel particular y no personal, ya que la nota presentada en la asamblea de la AISS y que obra en poder del comité de empresa de EL PAÍS no está firmada por nosotras, expresar la solidaridad de un «grupo de trabajadores de El Imparcial», para que se sintieran incluidos en ella todos los que quisieran. Respecto a la afirmación de que en nuestro medio no se había hecho ningún acto para condenar el atentado, ésta no quería referirse, como pretende hacer ver El Imparcial, al despliegue informativo ni a las fotos que Raúl Cancio pudiera regalar, sino a las asambleas que se habían hecho en todos los medios para decidir qué postura se llevaba a la asamblea general, y que en nuestro periódico no se realizaron.

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El día 31, al volver de la manifestación convocada en solidaridad con EL PAÍS, teníamos prohibida la entrada al periódico, lo que entendimos como un despido. Al pedir hablar con el director se nos pasó a la sala de visitas hasta que fuimos recibidas por el consejero-delegado, quien nos informó del expediente informativo, que se nos había abierto.

Deseamos dejar claro que no hemos querido nunca ser insolidarias con nuestros propios compañeros como se nos acusa. Nuestra nota solamente estuvo movida por un sentimiento de solidaridad hacia aquellos que en esos momentos lo necesitaban y lo necesitan más, que son los compañeros de EL PAÍS.

Por otra parte, queremos hacer constancia del comunicado que hemos recibido de un grupo de trabajadores de El Imparcial, de redacción y de talleres, en el que informan que no toda la plantilla ha firmado la nota que bajo el título «Nota de los trabajadores de El Imparcial» se publicó ayer en este periódico.

Aprovechamos también para agradecer especialmente al comité de empresa de EL PAÍS el apoyo que nos están prestando, así como al resto de los compañeros de este periódico y de otros medios informativos que nos han expresado su total solidaridad.

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