Se agrava la crisis en el PCE de Asturias

Un escrito dirigido a Santiago Carrillo en el que se pide la dimisión del comité regional del PCE, encabezado por destacados exdirigentes y militantes que habían mantenido hasta ahora una postura neutral en el contencioso entre los ortodoxos a la línea oficial y los disidentes, es pasado estos días a la firma de los militantes de las agrupaciones de Oviedo, Gijón, Avilés y Langreo.El escrito va dirigido al secretario general del partido, Santiago Carrillo, y al comité regional. del Partido Comunista de Asturias, y sus primeros firmantes son José Ramón Herrero Merediz, ex m...

Un escrito dirigido a Santiago Carrillo en el que se pide la dimisión del comité regional del PCE, encabezado por destacados exdirigentes y militantes que habían mantenido hasta ahora una postura neutral en el contencioso entre los ortodoxos a la línea oficial y los disidentes, es pasado estos días a la firma de los militantes de las agrupaciones de Oviedo, Gijón, Avilés y Langreo.El escrito va dirigido al secretario general del partido, Santiago Carrillo, y al comité regional. del Partido Comunista de Asturias, y sus primeros firmantes son José Ramón Herrero Merediz, ex miembro del Comité Central del, PCE; José Luis Iglesias Riopedre, ex miembro del comité regional, y José Luis Marrón Jacquet, economista, que ha venido colaborando con la dirección general del partido hasta fecha reciente. En síntesis, las peticiones formuladas en el escrito, que puede abrir de nuevo una grave crisis en el partido en función del número: y de quienes se adhieran a él, son las siguientes: dimisión del comité regional; paralización de la campaña en curso y reexamen de los expedientes a los dieciocho militantes acusados de «actividad fraccional», y abrir un debate en el partido sobre la situación actual, que deberá culminar en una conferencia regional que sea, al mismo tiempo, congreso constituyente del Partido Comunista de Asturias (PCA). Los, firmantes consideran gravísima la crisis surgida en el partido durante la tercera conferencia regional -de la que se retiraron 110 militantes-, consecuencia de la incapacidad política de la antigua dirección regional (era secretario general el destacado luchador antifranquista Horacio Fernández Inguanzo) para resolver por la vía del diálogo y del equilibrio las diferencias aparecidas en su seno y en amplios sectores del partido.