Margaret Thatcher: "Nunca puede decirse que ha terminado de constituirse una democracia"

Margaret Thatcher, presidenta del Partido Conservador británico, fue ayer protagonista indiscutible de las personalidades extranjeras invitadas al acto de clausura del I Congreso de Unión de Centro Democrático. La líder de la oposición del Reino Unido dio ayer, ante el congreso ucedista, una buena lección política con un discurso de altura, sin adulaciones ni concesiones, dando la exacta imagen de su partido. La señora Thatcher puso el acento en las señas de identidad que los torys comparten con UCD en el ámbito de una sociedad liberal, sin lucha de clases, respetuosa de la iniciativa p...

Margaret Thatcher, presidenta del Partido Conservador británico, fue ayer protagonista indiscutible de las personalidades extranjeras invitadas al acto de clausura del I Congreso de Unión de Centro Democrático. La líder de la oposición del Reino Unido dio ayer, ante el congreso ucedista, una buena lección política con un discurso de altura, sin adulaciones ni concesiones, dando la exacta imagen de su partido. La señora Thatcher puso el acento en las señas de identidad que los torys comparten con UCD en el ámbito de una sociedad liberal, sin lucha de clases, respetuosa de la iniciativa privada y enemiga de los regímenes autoritarios de izquierda y derecha.La señora Thatcher pronunció ayer en Madrid un discurso político serio que comenzó calificando de gesto «sin precedente» al proceso democrático español. Proceso que ensalzó señalando que ha discurrido en medio de las dificultades de la crisis económica internacional y afirmando, que «nunca puede decirse que ha terminado de construirse una democracia, porque no hay una fórmula perfecta que dure indefinidamente ».

"El continente europeo, impensable sin España"

Después de afirmar el apoyo de Gran Bretaña al ingreso de España en las Comunidades Europeas -«el concepto de continente europeo es impensable sin España», dijo-, instó al partido anfitrión a proseguir su desarrollo político en el mundo en el marco de la Alianza Occidental (la OTAN), recordando lo que la señora Thatcher calificó, sin rodeos, de los peligros que se derivan de la política «de agresión y falta de escrúpulos de aquellos países de más allá del telón de acero, que persiguen sin tregua a sus propios ciudadanos, dándonos una clara indicación del trato que otros recibirían si se les permitiera ampliar sus fronteras».

Después de ensalzar la labor de la prensa democrática española en el proceso de transición -«nuevos periódicos y revistas han contribuido grandemente»-, la señora Thatcher felicitó al presidente Suárez y a UCD por su congreso y terminó su discurso con una frase cita de Ortega y Gasset: «...en sus mentes esa fe radical en sí mismos que los lanza enérgicos, audaces y tenaces en empresas de todo orden». Energía para perseguir nuevas ideas, valor para desechar las que están viejas y perseverancia para mantenerse fiel a sus principios.

Sobre la posición de su partido en relación con el tema Gibraltar, la señora Thatcher declaró que el futuro de Gibraltar depende de los gibraltareños. Se negó a decir que si llegaba al poder podría haber algún tipo de progresión en este contencioso, y cuando se le señaló que por qué no retiraba Gran Bretaña la base militar, que no depende de los gibraltareños, no supo encontrar respuestas convincentes.

El resto de los oradores que intervinieron en el congreso fueron entusiastas cantores del centro y no tuvieron el éxito político de la señora Thatcher, «elegante y guapa» como decían políticos y compromisarios españoles a su paso.

Por parte del Centro Democrático y Social de Portugal habló Freitas do Amaral, quien tiró de UCD hacia la Democracia Cristiana, diciendo que en Lisboa el centro es CDS y llamó a Suárez estadista internacional de nuestro tiempo.

Siguió en los liberales un amigo personal de Suárez, el primer ministro de Luxemburgo y presidente de la Internacional Liberal, Gaston Thorn. El político luxemburgués situó sus palabras en el contexto de la Internacional Liberal y de la candidatura de España a la CEE diciendo que siempre hubo problemas en la Comunidad y que ellos fueron resueltos a seis, nueve y pronto a doce, apoyando sin reservas la entrada de España en el territorio comunitario.