No hay señales de compromiso sobre el futuro de Namibia

Pese a que el primer ministro sur africano, Pieter W. Botha, se ha ma nifestado «esperanzado y optimis ta» al iniciarse ayer aquí la conferencia de los representantes de Suráfrica y de cinco países occidentales, no se registraron señales de compromiso sobre el futuro de Namibia, territorio del Suroeste controlado por el Gobierno de Pretoria. A la reunión, organizada para conciliar los planes de las Naciones Unidas con los de Suráfrica sobre las elecciones que deben conducir a la independencia de Namibia, asisten el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, y sus colegas de Gran Bretaña...

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Pese a que el primer ministro sur africano, Pieter W. Botha, se ha ma nifestado «esperanzado y optimis ta» al iniciarse ayer aquí la conferencia de los representantes de Suráfrica y de cinco países occidentales, no se registraron señales de compromiso sobre el futuro de Namibia, territorio del Suroeste controlado por el Gobierno de Pretoria. A la reunión, organizada para conciliar los planes de las Naciones Unidas con los de Suráfrica sobre las elecciones que deben conducir a la independencia de Namibia, asisten el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, y sus colegas de Gran Bretaña, Francia, Alemania Federal, Canadá y Africa del Sur, Se trata de la más importante delegación occidental reunida hasta ahora en Pretoria.

El ministro surafricado de Asuntos Exteriores, Roelof F. Botha, declaró tras la primera sesión de la conferencia que su país encara el problema de Namibia en forma « positiva y constructiva». Las principales discrepancias entre las Naciones Unidas y el Gobierno surafricano se centran en la fecha de las elecciones y en el numero de «cascos azules» de la ONU que deberán supervisarlas. Los países negros del continente acusan a Suráfrica de intentar, con su llamado unilateral a elecciones en una fecha (del 4 al 8 de diciembre) y en condiciones no aprobadas por la ONU, conservar el poder para la minoría blanca. La ONU parece dispuesta a aplicar a Pretoria sanciones económicas a menos que Botha se avenga a la fecha y a la supervisión internacional exigidas por el organismo. El Gobierno surafricano intentó ayer que Vance y sus colegas occidentales discutieran el problema electoral con el administrador surafricano de Namibia, el juez Marthinus T. Steyn, a lo que se negaron Vance y los ministros europeos.

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