ETA reivindica el asesinato del guardia civil tiroteado en Lequeitio

ETA militar reivindicó ayer en Bilbao la muerte del guardia civil Alberto Villena, ametrallado el sábado por la noche en los muelles portuarios de Lequeitio (Vizcaya), donde prestaba servicio como carabinero. La organización armada vasca manifiesta que no es suficiente con gritar que se vayan, y que por eso piensa proseguir su campaña de lucha ofensiva contra las fuerzas policiales.El señor Villena fue alcanzado, al menos, por cinco disparos, uno de los cuales era mortal porque le había afectado la zona del corazón. Después de ser atendido en el cuartel, ingresó cadáver en el ambulatori...

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ETA militar reivindicó ayer en Bilbao la muerte del guardia civil Alberto Villena, ametrallado el sábado por la noche en los muelles portuarios de Lequeitio (Vizcaya), donde prestaba servicio como carabinero. La organización armada vasca manifiesta que no es suficiente con gritar que se vayan, y que por eso piensa proseguir su campaña de lucha ofensiva contra las fuerzas policiales.El señor Villena fue alcanzado, al menos, por cinco disparos, uno de los cuales era mortal porque le había afectado la zona del corazón. Después de ser atendido en el cuartel, ingresó cadáver en el ambulatorio de la Seguridad Social, desde donde fue trasladado al hospital militar de Vitoria. Allí se instaló la capilla ardiente y se celebró el domingo por la maflana, en la más estricta intimidad, el funeral.

Los autores del atentado, cuyo número no se conoce con precisión, huyeron posiblemente en un Simca 1.200, que sería encontrado más tarde en la carretera de Lequeitio a Guernica. La policía no descarta tampoco totalmente la hipótesis de que pueda tratarse de los cuatro jóvenes que el domingo por la tarde sustrajeron un Seat 127 en Zumaya (Guipúzcoa).

Lo más probable es, sin embargo, que este segundo coche fuera utilizado para colocar en la subestación eléctrica de Zumaya cinco kilos de goma dos, que fueron desactivados por la Guardia Civil antes de que hicieran explosión por un mecanismo de relojería. El propietario del vehículo fue conducido a un monte próximo, donde uno de los jóvenes permaneció con él hasta que llegaron,sus cuatro compañeros, unos 45 minutos más tarde. Finalmente huyeron los cuatro en el vehículo, después de atar a su propietario.

En la colocación del artefacto habían intervenido tres desconocidos, que maniataron al encargado y varias personas más que se encontraban en la subestación, propiedad de la empresa Iberduero, SA. El reloj adosado al explosivo estaba dispuesto para accionarlo a la una de la madrugada de ayer.

Por otra parte, y como consecuencia del atentado ocurrido el sábado en Lequitio, fueron instalados en Vizcaya y Guipúzcoa numerosos controles de carreteras, algunos de ellos sin las señales de reducción de velocidad. En uno de ellos, cerca de Guernica, la Guardia Civil disparó contra un vehículo que trataba de cambiar de sentido. El conductor, que resultó herido en un brazo, manifestó que había efectuado la maniobra porque iba sin documentación. También en Elorrio (Vizcaya) se realizaron disparos contra otro coche, cuyo conductor declaró que no se había dado cuenta de la existencia del control.

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