Las elecciones de Hessen pueden invertir la mayoría parlamentaria de la RFA

Cerca de cuatro millones de alemanes acuden hoy a las urnas para elegir un nuevo Parlamento en el estado de Hessen. De la trascendencia de estos comicios para la región y para el conjunto de la República Federal de Alemania da una idea el resumen que hace el periódico oficial del partido socialdemócrata Worwaerts: en estas elecciones se decide el destino futuro del Partido Liberal, el porvenir del candidato democristiano a la cancillería, Helmut Kohl, el mantenimiento o no de la unidad entre cristiano-demócratas y cristiano-sociales bávaros, y la continuación o no de la actual relac...

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Cerca de cuatro millones de alemanes acuden hoy a las urnas para elegir un nuevo Parlamento en el estado de Hessen. De la trascendencia de estos comicios para la región y para el conjunto de la República Federal de Alemania da una idea el resumen que hace el periódico oficial del partido socialdemócrata Worwaerts: en estas elecciones se decide el destino futuro del Partido Liberal, el porvenir del candidato democristiano a la cancillería, Helmut Kohl, el mantenimiento o no de la unidad entre cristiano-demócratas y cristiano-sociales bávaros, y la continuación o no de la actual relación de fuerzas en el Bundesrat (segunda Cámara de la nación).

En estas circunstancias 3.900.000 ciudadanos de Hessen tienen hoy en sus manos el convertir a la RFA, a corto plazo, en un país «gobernable» -si otorgan la absoluta mayoría a los socialdemócratas o a la coalición social-liberal-, o, por el contrario, si entregan el Gobierno regional a Alfred Dregger, candidato democristiano, vinculado a los sectores más conservadores de su ultraconservador partido.

De ocurrir lo último, la Democracia Cristiana alcanzaría tal peso en la Cámara de las regiones (Bundesrat) que el Gobierno y la exigua mayoría parlamentaria que le respalda apenas lograrían que sus decisiones pudiesen cruzar la barrera de la segunda Cámara, en poder entonces del partido que ocupa el sector de la oposición en la primera.

Los liberales, en apuros

Nadie se atreve a hacer pronósticos sobre quién vencerá en estos comicios, y sólo los institutos de opinión más solventes arriesgan un vaticinio ligeramente favorable a la coalición social-liberal. Pero desde las elecciones de 1966, es notorio el decaimiento electoral de los dos partidos aliados que, hasta ahora y desde 1970, gobiernan en Wiesbaden. Hasta hace ocho años, los socialdemócratas fueron los indiscutibles ganadores de las elecciones celebradas desde la instauración del régimen federal tras la segunda guerra mundial. Pero el establecimiento de la coalición no ha impedido el declive de ambos partidos. Ahora se trata de salvar a toda costa al Partido Liberal: de un mínimo del 5% depende en gran medida que esta formación reciba votos socialdemócratas para contrarrestar lo que se prevé como sangría hacia la opción ecologista. Si la «lista verde» lograse repetir en Hessen su éxito de Hamburgo la pasada primavera -la salida de los liberales del Gobierno por no alcanzar el mínimo del 5% de los votos-, esta vez no ocurriría como en la ciudad hanseática, donde los socialdemócratas incrementaron de tal modo sus votos que ahora gobiernan en solitario. Sin duda alguna, el protagonista de estas elecciones regionales es el jefe liberal y ministro de Asuntos Exteriores, Genscher. «El mundo entero mira hacia Hessen», afirmó en su último mitin. Dentro de la actual coalición se ha producido una grave quiebra: mientras Genscher ha pedido claramente a los electores socialdemócratas de Hessen que le den votos, el canciller Schmidt, cuyo partido no puede permitirse dispendios en este «land», ha dicho a sus militantes y partidarios que no escatimen su esperado respaldo a la socialdemocracia.

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