Lucha interna en la Democracia Cristiana alemana

A diez días de las decisivas elecciones parlamentarias de Hessen, que pueden determinar indirectamente el mantenimiento o la caída del Gobierno federal, el hasta mayo de 11973 presidente de la Democracia Cristiana alemana (CDU) y candidato a la cancillería por su partido en 1972, Rainer Barzel, ha lanzado una andanada contra Helmut Kohl, actual jefe,de su propio partido y, como tal, candidato democristiano a, la jefatura del Gobierno. Con sus declaraciones a la revista Stern esta semana, Barzel entra de lleno en la lucha por el poder en plena ola de lo que ya se conoce aquí como «nostalgia Bar...

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A diez días de las decisivas elecciones parlamentarias de Hessen, que pueden determinar indirectamente el mantenimiento o la caída del Gobierno federal, el hasta mayo de 11973 presidente de la Democracia Cristiana alemana (CDU) y candidato a la cancillería por su partido en 1972, Rainer Barzel, ha lanzado una andanada contra Helmut Kohl, actual jefe,de su propio partido y, como tal, candidato democristiano a, la jefatura del Gobierno. Con sus declaraciones a la revista Stern esta semana, Barzel entra de lleno en la lucha por el poder en plena ola de lo que ya se conoce aquí como «nostalgia Barzel».Una conjura interna en las Filas democristianas derribó dé su puesto al brillante jefe del CDU para dar paso a Helmút Kohl, un político elegido, según las malas lenguas, para que jamás llegase a la cancillería de la nación. Según Barzel, el canciller Schmidt puede estar tranquilo mientras tenga como rival al voluminoso e infantil Helmut Kohl.

Las declaraciones del ex presidente reflejan una vez más que la derecha civilizada de este país continúa siendo acéfala. Kohl, en teoría su máximo representante, cae progresivamente en el descrédito: su partido ingresó hace dos años 53,7 millones de marcos, mientras las cuotas y donaciones consignadas en caja durante los seis primeros meses de 1978 apenas llegan a los 12.000 marcos. Se acabaron las cifras millonarias, por ahora.

Para,una parte de los militantes democristianos, Kohl es el responsable de este repliegue de las cifras. El actual jefe del partido es, además, muy puntilloso, más in cluso que Barzel, que se caracterizó precisamente por,su orgullo durante sujefatura del CDU. No hace una semana Kohl, miembro del consejo rector del segundo canal de la televisión alemana, desplazó un programa realizado con los políticos más notables del paísentre los que no se le incluyó. Ahora Barzel dice que Kohl se sobrevalora a sí mismo y no sólo por este incidente concreto.

La actitud de Rainer Barzel ha desatado una explosión en cadena dentro de su propio partido. Kohl ha anticipado que, una vez que pasen las elecciones en Hessen y Baviera, ambas en octubre, la directiva de la CDU discutirá la postura insurgente de su predecesor en el cargo.

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