"Los graves trastornos psiquiátricos no dependen de la organización social"

Se encuentra en Madrid, para participar en un breve ciclo de conferencias en el hospital Clínico de San Carlos, el profesor Dionisio Nieto, psiquiatra español y una de las más prestigiosas figuras de la psiquiatría mexicana. El profesor Nieto, que hubo de exiliarse en 1939, es, en la actualidad, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de México y jefe del Servicio de Psiquiatría del Instituto Nacional de Neurología de este país.

«En realidad he deseado mucho antes volver a España pero no se me había permitido hasta el año pasado. Cuando en los años sesenta se celebró, aquí...

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Se encuentra en Madrid, para participar en un breve ciclo de conferencias en el hospital Clínico de San Carlos, el profesor Dionisio Nieto, psiquiatra español y una de las más prestigiosas figuras de la psiquiatría mexicana. El profesor Nieto, que hubo de exiliarse en 1939, es, en la actualidad, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de México y jefe del Servicio de Psiquiatría del Instituto Nacional de Neurología de este país.

«En realidad he deseado mucho antes volver a España pero no se me había permitido hasta el año pasado. Cuando en los años sesenta se celebró, aquí en Madrid, el Congreso Internacional de Psiquiatría, yo tenía una ponencia presentada pero escribí a las autoridades para advertir de mi llegada y me contestaron diciendo que lo mejor sería que no apareciese por aquí. Aunque no había participado muy activamente en política mi pertenencia al Partido, de Izquierda Republicana fue un dato definitivo.»El profesor Nieto, discípulo de Pío del Río Ortega, con quien trabajó en el laboratorio de la Residencia de Estudiantes, mantiene en su trabajo docente y de investigación la línea psiquiátrica organicista que se desarrollara en torno a la figura de Ramón y Cajal. Psiquiatras como Sacristán o Lafora, quien también vivió largos años de exilio, trabajaron en esta misma tendencia.

«Yo fui discípulo de Sanchiz-Banús, y en aquella primera etapa me incliné por la línea dinámica de la psiquiatría, que arranca de Freud, pero, poco a poco, después de los tres años que pasé estudiando en Munich en el que hoy se denomina Instituto Max Plank de Psiquiatría, empecé a sentirme más cerca de una psiquiatría organicista, de bases cerebrales. En México, y gracias a la ayuda económica de la Fundación Rockfeller, los españoles exiliados creamos un centro de investigaciones cerebrales que actualmente tiene un gran desarrollo.»

La orientación estrictamente médica o biológica de la psiquiatría ha sido ampliamente contestada a partir de los años sesenta por tendencias que históricamente se han denominado somáticas unas o sociogénicas otras, que han hecho incidir la responsabilidad de la enfermedad mental (cuando no la ponen en cuestión) en las presiones sociales o biográficas a que se ve sometido un individuo. «Yo no comparto ninguna de estas tendencias -señala con una ligera sonrisa Dionisio Nieto- soy partidario de la psicoterapia y creo que todo psiquiatra debe practicarla con todos los enfermos. Ahora bien, yo creo en la existencia de la enfermedad mental porque además no es algo de nuestro tiempo, sino que se ha dado a lo largo de toda la historia de la Humanidad y se da en todas las sociedades independientemente de si tienen una orientación marxista o capitalista. Los graves trastornos psiquiátricos, y llamo graves a la esquizofrenia, a la psicosis que acompaña a la epilepsia, a las psicosis maniacodepresivas, por ejemplo, no dependen de la organización social. Las neurosis sí son padecimientos sobre los que influyen factores psicológicos sociales y culturales.»

En lo que respecta a la crítica a la institución manicomial llevada a cabo por las últimas corrientes psiquiátricas, el profesor Nieto reconoce tan solo la mala asistencia que tradicionalmente se ha prestado en estos centros a los enfermos. «Es evidente que lo ideal sería que la sociedad y el grupo familiar se hicieran cargo del enfermo, pero precisamente porque esto no ocurre así, en la mayoría de los casos se ha hecho necesario este tipo de institución. Precisamente el primer manicomio se fundó en España, concretamente en Valencia, en 1408, por un religioso y con el único fin de dar cobijo a todos los enfermos mentales abandonados por las calles que sufrían la burla de la gente. En México creamos una serie de granjas campestres semi-abiertas para la rehabilitación de enfermos. La verdad es que funcionaron muy bien al principio, pero la falta de presupuestos económicos de la asistencia pública hizo que decayeran.»

A pesar de considerar la locura como algo incierto en muchos casos, no medible ni detectable objetivamente, el doctor Nieto se muestra partidario de la psicocirugía, «siempre que no lesione excesivamente el cerebro. No la antigua lobotomía, que, según creo, hoy está desterrada de las prácticas psiquiátricas, sino la que se realiza en la actualidad con procedimientos muy modernos y muy precisos».

La esquizofrenia, sus bases cerebrales y su unidad gnosológica han sido dos aspectos tratados en sendas conferencias pronunciadas por el profesor Nieto en la cátedra de Psiquiatría de la facultad de Medicina de Madrid, a cuyo frente se encuentra el profesor Alonso Fernández, quien al presentar al conferenciante anunció su decisión de solicitar para éste el título de doctor «honoris causa». El profesor Dionisio Nieto ha participado también en las sesiones del IV Congreso Internacional de Psiquiatría Biológica celebrado recientemente en Barcelona, pero pese al reconocimiento demostrado por sus colegas no piensa instalarse definitivamente en España.

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