Denuncia contra varios miembros de la Policía Armada

Joaquín Bustamante Costa, domiciliado en la calle Nicolás Sánchez, número 23, ha denunciado en el juzgado de guardia por presuntos delitos de amenaza de muerte, coacciones y malos tratos en la persona de su hermano Ramón, menor de edad, a una pareja de la Policía Armada y a los integrantes de las fuerzas de seguridad que prestan servicio en la comisaría de policía de Retiro.Según la denuncia, presentada con fecha del pasado día 24, Ramón Bustamante se encontraba, alrededor de las siete de la tarde del día 21, en los accesos de la estación del Metro de Atocha, vendiendo la revista Crasch...

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Joaquín Bustamante Costa, domiciliado en la calle Nicolás Sánchez, número 23, ha denunciado en el juzgado de guardia por presuntos delitos de amenaza de muerte, coacciones y malos tratos en la persona de su hermano Ramón, menor de edad, a una pareja de la Policía Armada y a los integrantes de las fuerzas de seguridad que prestan servicio en la comisaría de policía de Retiro.Según la denuncia, presentada con fecha del pasado día 24, Ramón Bustamante se encontraba, alrededor de las siete de la tarde del día 21, en los accesos de la estación del Metro de Atocha, vendiendo la revista Crasch. Una pareja de la Policía Armada requirió la documentación al muchacho y -según la citada denuncia-: «como se diera la circunstancia de que no la llevaba encima, uno de los policías que formaban la pareja sacó la porra y empezó a golpear a mi hermano Ramón, en medio de insultos, a la vez que el otro integrante de la patrulla sacaba el arma reglamentaria apuntando a Ramón».

La denuncia señala que, una vez en la aludida comisaría, fue golpeado de nuevo con porras, los puños y los pies, por los miembros de la Policía Armada que prestaban allí servicio, justificando su actitud diciendo que eran compañeros de Félix, el policía armado asesinado en Vallecas hace unos meses. Momentos antes de ser trasladado al juzgado de guardia, uno de los policías que lo habían golpeado le dijo textualmente que «si lo veía por la calle le iba a pegar nueve tiros porque ya estaba harto de rojos asesinos que andaban libres por la calle y vendían revistas que defendía a asesinos.

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