Cincuenta mil cartas al Senado contra la regulación de la enseñanza

La regulación de la enseñanza en el proyecto de Constitución se planteará, de nuevo, de forma polémica en el Senado pese a que los dos partidos mayoritarios, UCD y PSOE, respaldan la redacción actual lograda en el Congreso por consenso. Los partidarios de la modificación del artículo 25, representados fundamentalmente por Alianza Popular, han iniciado una campaña de presión que consiste en el envío masivo de escritos de protesta, de los que ya han llegado a la secretaría del Senado más de 50.000.

Hasta el momento el mencionado artículo es objeto de las enmiendas presentadas por cuatro s...

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La regulación de la enseñanza en el proyecto de Constitución se planteará, de nuevo, de forma polémica en el Senado pese a que los dos partidos mayoritarios, UCD y PSOE, respaldan la redacción actual lograda en el Congreso por consenso. Los partidarios de la modificación del artículo 25, representados fundamentalmente por Alianza Popular, han iniciado una campaña de presión que consiste en el envío masivo de escritos de protesta, de los que ya han llegado a la secretaría del Senado más de 50.000.

Hasta el momento el mencionado artículo es objeto de las enmiendas presentadas por cuatro senadores: Abel Matutes (AP) y Juan de Arespacochaga, que coinciden en los aspectos fundamentales, Francisco Cacharro (Grupo Mixto) y Camilo José Cela, del Grupo Independiente. Este último pretende, por el contrario, que se supriman cinco de los actuales apartados por considerarlos obvios o innecesarios, entre ellos el que establece la obligación de los poderes públicos de ayudar a los centros privados de enseñanza.

Las enmiendas de Cela

Otra de las enmiendas del senador de designación real y académico, la que pretende la sustitución de la palabra nacionalidades por países en el artículo 2, ha sido acogida con atención por los grupos mayoritarios, aunque tanto el portavoz de UCD, Antonio Jiménez Blanco, como el del PSOE, Francisco Ramos, señalaron ayer que no consideraban posible ni conveniente modificar la actual redacción.

En su mayor parte, las enmiendas de Camilo José Cela corrigen expresiones lingüística o gramaticalmente incorrectas. Así solicita que en el artículo 4 no se diga que la bandera de España es de tres franjas, sino que consta de tres franjas. Igualmente, propone que se sustituya la palabra gualda por amarillo. En la justificación a su escrito, el académico afirma que «la bandera de España, como todas, es de trapo y puede ser de papel». En cuanto a la palabra gualda, señala que, si bien es castellano, tiene un origen bárbaro y uso no muy extendido.

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Rectifica también la redacción del artículo 5, en el que se afirma que la capital del Estado español es la villa de Madrid, y afirma que Estado español «era lo que se leía, en lugar de España, en los primeros sellos de Burgos, en la guerra civil». Además, considera dudoso que Madrid sea una villa. Respecto a la redacción del artículo 13 en el que se afirma que no existirá discriminación por razón de sexo, raza, religión o cualesquiera otras circunstancias, el escritor gallego niega que el sexo o la raza sean una circunstancia sino una condición y considera superflua la enumeración de cada caso.

Especial gracejo tiene la justificación de la enmienda que presenta al artículo 14 sobre el derecho a la vida, la salud y la integridad física. « El texto aprobado por el Congreso dice: Todos tienen derecho... ¿Quiénes son los aludidos por el adjetivo? -señala el señor Cela- Sin duda alguna, alguien que está vivo, puesto que se le reconoce el derecho a estarlo, pero ¿quién? ¿Todos los seres vivos? ¿Todos los mamiferos? ¿Todas las personas? La persona es el señalamiento correcto y a él ya se aludió en el anteproyecto, creo que debe resucitarse.»

En relación con el mismo artículo solicita que no se haga ninguna excepción en la abolición de la pena de muerte. «El hacerlo es una farsa sangrienta», afirma.

Camilo José Cela sostiene que no se puede decir «a partir de la edad núbil el hombre y la mujer podrán contraer matrimonio» porque supone una forma paralógica, es decir, utilizar un razonamiento falso. Se muestra también partidario de que se hable, en el artículo 33, de obreros y patronos en lugar de trabajadores y empresarios y pone de manifiesto que la expresión reintegración contenida en el artículo 38 no figura en el diccionario.

Problemas en Entesa

Hasta últimas horas de la tarde de ayer se habían presentado en la secretaría del Senado 274 enmiendas al proyecto de Constitución. Once de ellas están firmadas por el único senador comunista, José Vicente Mateo, quien insiste en los extremos defendidos por sus compañeros en el Congreso: sistema electoral, función del Senado y abolición total de la pena de muerte, entre otros.

Entesa dels Catalans, que celebró una reunión ayer, no ha logrado aún fijar uña postura común de todos sus miembros, dado que Lluis María Xirinacs se niega a retirar ninguna de sus enmiendas personales, que, a juicio de alguno de sus compañeros, suponen la modificación del espíritu del texto constitucional. El Grupo parlamentario Vasco tampoco ha decidido aún qué enmiendas asumirá como grupo. Se sabe ya que los senadores Bajo Fanlo y Bandrés pretenden defender enmiendas relacionadas con el derecho a la autodeterminación.

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