Tribuna:DIARIO DE UN SNOB

Dos por siempre

Ya hace meses, como creo haber contado, Enrique Herreros me llamó a deshora, como él suele hacerlo -«estoy en Brasil, macho»-, para ofrecerme un programa en TVE con Ira de Fürstenberg. Le dije que no, claro. Demasié.Creo que luego anduvo"en tratos con Marsillach y más gente. Al final salió esto que ha terminado anoche: Dos por dos. Y es lo que le decía yo hace poco a Mercedes Milá en una cena:

-Ten en cuenta que, al fin y al cabo, se esperaba de ti que hicieras de Ira de Fürstenberg achampanada, de modo que les has salido petardo.

El resp...

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Ya hace meses, como creo haber contado, Enrique Herreros me llamó a deshora, como él suele hacerlo -«estoy en Brasil, macho»-, para ofrecerme un programa en TVE con Ira de Fürstenberg. Le dije que no, claro. Demasié.Creo que luego anduvo"en tratos con Marsillach y más gente. Al final salió esto que ha terminado anoche: Dos por dos. Y es lo que le decía yo hace poco a Mercedes Milá en una cena:

-Ten en cuenta que, al fin y al cabo, se esperaba de ti que hicieras de Ira de Fürstenberg achampanada, de modo que les has salido petardo.

El responsable de ese programa que ahora muere -injustificadamente, pese a que ha cumplido sus fechas: Curro Jiménez, por poner un ejemplo, se prolongó hasta mucho más allá de «sus fechas»- es el señor Carcasona, al que conozco particularmente, que en tiempos quiso hacer conmigo periodismo y cine, y que, de no ser por sus grijalbos y jaleos, hoy habría sido, quizá, el hombre/ escoba que fuese barriendo de TVE los últimos residuos franquistas y hasta detectivescos, aunque quizá para hacer sitio a algo peor, que eso ya no lo sé.

El director de Dos por dos es Tola, un vallisoletano chuleta, un cómpadre eterno del Gijón, ayudante que fue de Lazarov, hombre de un ingenio surrealista e inagotable, creador nato, que en. Hermano Lobo nos hacía una inolvidable sección de sadomasoquismo sadomasoquizado.

Carril, Pilar Cernuda, Paco, Rafael Fernández, todas las gentes del programa son buenos profesionales. La cosa estaba ahora cogiendo fuerza y empezando a remontarse. Estaba, en fin, empezando a resultar incómoda. Después de que les obligaron a llevar al alcalde de Madrid/Vaguada, señor Alvarez, ellos quisieron llevar a Tamames, candidato comunista a la alcaldía, como contrapartida, y no ha habido modo. Y de las presentadoras qué les voy a decir a ustedes.

Por Isabel Tenaille ya saben que tengo una debilidad jamás correspondida casi ni a niveles de cortesía, lo que me confirma una vez más que en esta sociedad tan supuestamente machista siguen siendo ellas las que toman o no la iniciativa. Isabel, que tiene algo más práctico e importante que la brillantez, y que es el sentido común, ha decidido que deja el programa y pasará a la Crónica de siete días, sin Soler Serrano, que nos lo pone todo perdido de latinoamericanos, plomeros y naftas.

Mercedes Milá, lista como las catalanas listas, le hace hoy unas declairaciones a Luis Otero, listo como los gallegos listos, en Interviú, donde, entre otras muchas cosas inteligentes y valientes, dice:

-Lo malo de todo esto es que si Felipe González tomase el poder, las cosas en televisión serían más o menos lo mismo. La televisión es una fuerza a la que ningún Gobierno renuncia.

Para mí, la cosa está así: se había planeado un musical maravilloso a partir de Ira de Fürstenberg, pero que vino a parar a manos de un grupo politizado, peleón y duro que, a medida que mejoraba estéticamente, acendraba su sentido crítico. Personajes como el doctor Barros, un médico tan querido por to dos los intelectuales madrileños, desde Bergamín a los lorquianos, fue vetado en el programa por ser un médico politizado.

Los de arriba -ese arriba que siempre está más arriba y que nos hace a todos animales de fondo- decidieron algo más hábil que interrumpir o reformar el programa, y ha sido atenerse a la legalidad vigente, porque la legalidad vigente suele estar de parte de la arbitrariedad vigente, en estos asuntos internos de la tele, el cine, el rollo y el folklore cultural. Televisión ha respetado implacablemente sus fechas, ha yugulado un programa cuando empezaba a calentar motores, ha desbaratado una fórmula original y en lugar de hacer de Dos por dos un Dos por siempre, lo habrá dejado en un dos por nunca, pues si vuelve después del verano. seguro que ya será otra cosa, con brisas musicales y añoranzas del ausente Iñigo. Tras el sinsostenismo de Mercedes Milá, el programa volverá, al cruzado mágicoideológico. Y hay que decir que el programa nos lo hemos cargado entre todos. O sea la prensa.

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