Los accionistas del Metro

En el número de EL PAIS del domingo 18 de junio de 1978, y en su sección de «Cartas al director», se publican sendas cartas en relación con el tema del Metro, en las que se me alude personalmente con referencia a la rueda de prensa celebrada el pasado día 10 de junio, y se contienen afirmaciones que considero obligado puntualizar en defensa de los intereses de los accionistas y para evitar cualquier malenteridido con los Úabajadores de la empresa.

1. No existen dos clases de accionistas en la Compañía Metropolitano de Madrid. No existen grandes grupos financieros. El mayor accion...

En el número de EL PAIS del domingo 18 de junio de 1978, y en su sección de «Cartas al director», se publican sendas cartas en relación con el tema del Metro, en las que se me alude personalmente con referencia a la rueda de prensa celebrada el pasado día 10 de junio, y se contienen afirmaciones que considero obligado puntualizar en defensa de los intereses de los accionistas y para evitar cualquier malenteridido con los Úabajadores de la empresa.

1. No existen dos clases de accionistas en la Compañía Metropolitano de Madrid. No existen grandes grupos financieros. El mayor accionista de la Compañía no participa mas que en el 0,93% del capital social.

Me extraña que el secretario del comité de empresa siga reiterando esta afirmación, nunca demostrada, porque él, a través de sus compañeros del servicio administrativo, puede tener la información de la relación de los mayores accionistas de la Compañía que, año a año, se viene preparando con ocasión de la celebración de las juntas generales.

2. En la rueda de prensa, y en relación con los últimos accidentes, dejé bien claro que la cuestión estaba sub judice. No mencioné para nada al personal; y solamente señalé las que a juicio de la Compañía, no hablan sido causas del accidente. Esta delicadeza, originada en el deseo de mantener las tradicionales buenas relaciones con los miles de trabajadres de Metro, que juntamente con los accionistas han demostrado reiteradamente su amor y su sacrificio por el servicio, creo que contrasta de una manera clara con la actitud del comité de empresa en su rueda de prensa, celebrada hace algunas semanas, en la que, a pesar de estar sub judice, la cuestión de los últimos accidentes, no vacilaron en achacarlos a la «mala gestión» de la Compañía, según se ha publicado en toda la prensa de Madrid.

3. La instancia dirigida al Gobierno en el mes de abril no se refiere a una falta de seguridad presente, sino a las consecuencias que en un futuro pudiera acarrear la falta de una decisión definitiva sobre los problemas de la Compañía. El real decreto-ley de 7 dejunio de 1978 y el proyecto de ley que se ha enviado a las Cortes, constituyen la respuesta del Gobierno. Espero y deseo que esta respuesta dé lugar a una solución basada en la justicia para todos: accionistas y trabajadores.

Vicepresidente, enfunciones de presidente, de la Compañía Metropolitano