Cartas al director

Prohibido pisar el césped

Días atrás, nos, y otra mucha gente, estábamos en el Parque del Oeste. Disfrutábamos del sol, echados sobre la hierba y gozando de un poco de tranquilidad, cuando repentinamente fuimos agredidos espiritual y monetariamente por policías municipales que nos prohibieron el goce de la hierba, a más de colocarnos sendas multas.Tras esto, y ante su recia voluntad de prohibir el uso y disfrute de la hierba de los parques, por el mero hecho de prohibir, pues nadie estropeaba las verdes talofitas-, lanzo estas propuestas:

1. La construcción de parques de hormigón armado con espacios pintados de ...

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Días atrás, nos, y otra mucha gente, estábamos en el Parque del Oeste. Disfrutábamos del sol, echados sobre la hierba y gozando de un poco de tranquilidad, cuando repentinamente fuimos agredidos espiritual y monetariamente por policías municipales que nos prohibieron el goce de la hierba, a más de colocarnos sendas multas.Tras esto, y ante su recia voluntad de prohibir el uso y disfrute de la hierba de los parques, por el mero hecho de prohibir, pues nadie estropeaba las verdes talofitas-, lanzo estas propuestas:

1. La construcción de parques de hormigón armado con espacios pintados de verde, simulando hierba, de manera que nos podamos tumbar sobre ellos sin estropearlos.

2. La protección de las praderas de los parques mediante el acoplamiento sobre ellas de grandes cúpulas de cristal blindado.

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3. Construcción de parques de asfalto, con abundantes pilares de cuatro o cinco metros, sobre los que se colocarían planchas de metal, en las cuales se plantaría hierba. Esta crecería sin que jamás pudiéramos alcanzarla.

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