Cartas al director

El tabaco, a la clandestinidad

En pocos días he leído tres cartas en la sección «Cartas al director» sobre el tema que interesa a muchas personas. Compruebo con satisfacción que los que no fuman hacen sugerencias que tendrán que ser tomadas en consideración.En una de esas cartas, el comunicante no veía claro la coincidencla de la campaña en contra del tabaco con los anuncios explicando el «increíble placer» de fumar.

Es, seguramente, porque las autoridades han encontrado necesario «frenar un poco» ese desmedido «placer» para que la actual generación no enferme hasta el punto de no poder fumar en absoluto. Porque, de ...

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En pocos días he leído tres cartas en la sección «Cartas al director» sobre el tema que interesa a muchas personas. Compruebo con satisfacción que los que no fuman hacen sugerencias que tendrán que ser tomadas en consideración.En una de esas cartas, el comunicante no veía claro la coincidencla de la campaña en contra del tabaco con los anuncios explicando el «increíble placer» de fumar.

Es, seguramente, porque las autoridades han encontrado necesario «frenar un poco» ese desmedido «placer» para que la actual generación no enferme hasta el punto de no poder fumar en absoluto. Porque, de seguir como ahora, llegarían a ser enfermos graves y morir... Por tanto, con esta campaña en contra se sostiene la resistencia física de los pobres tontos, que seguirán fumando esas «maravillosas marcas» de tabaco que se están anunciando, ¡al mismo tiempo! para «eso» que es... el segundo ingreso del Estado español...

En cuanto a los empedernidos fumadores, longevos y demás, que quieran seguir haciéndolo, deberían hacerlo a escondidas en sus propios hogares.

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La poca consideración de los fumadores es sencillamente: falta de educación y de respeto hacia los que tenemos derecho a respirar libremente el aire..., más o menos contaminado, de las grandes ciudades. Pero esto es otra cuestión. Sólo nos queda «rogar a las autoridades y organismos competentes que no quemen nuestra salud obligándonos a respirar venenos», y... a esperar con paciencia...

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