Un comando femenino libera a un pressunto terrorista en Berlín occidental

Un comando compuesto por cinco mujeres asaltó ayer la prisión de Moabit, en Berlín occidental, para liberar a Till Meyer, uno de los presuntos implicados en el asesinato del presidente de la Audiencia berlinesa, Von Drekmann, y en el secuestro del líder democristiano, de la misma ciudad, Peter Lorenz. Este golpe de audacia se ha producido en el momento en que Meyer y otro compañero de actividades, también retenido en Moabit, Fugel, se entrevistaban con sus abogados en relación con el proceso que se sigue actualmente contra ellos, un proceso por otra parte caracterizado por numerosas dimisiones...

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Un comando compuesto por cinco mujeres asaltó ayer la prisión de Moabit, en Berlín occidental, para liberar a Till Meyer, uno de los presuntos implicados en el asesinato del presidente de la Audiencia berlinesa, Von Drekmann, y en el secuestro del líder democristiano, de la misma ciudad, Peter Lorenz. Este golpe de audacia se ha producido en el momento en que Meyer y otro compañero de actividades, también retenido en Moabit, Fugel, se entrevistaban con sus abogados en relación con el proceso que se sigue actualmente contra ellos, un proceso por otra parte caracterizado por numerosas dimisiones de abogados del Estado, que no quieren ver amenazada su reputación en juicios con trasfondos políticos.

Según una información de la emisora SFB, del sector británico de Berlín, dos mujeres se presentaron en la puerta de la cárcel presentando credenciales de abogado y, por razones no explicadas, no fueron sometidas al reglamentario cacheo, obligatorio desde la entrada en vigor de las últimas leyes antiterroristas. Una vez liberado Meyer y, al parecer, también Fugel, entraron todos en una furgoneta Volkswagen, donde esperaban otras tres chicas.El Gobierno berlinés ordenó inmediatamente una operación de caza y captura, empezando por registros domiciliarios en viviendas en las que, según las sospechas policiales, podría esconderse algún terrorista. Por primera vez desde la aprobación de la llamada «ley de razias» se aplica esta medida en un amplio sector ciudadano.

La cárcel de Moabit es una de las más seguras de Alemania, ya que el pasado año fue reformada con el, fin de servir de prisión especial para terroristas. Desde el secuestro de Schleyer, todos los -abogados son registrados minuciosamente y, por ello, no parece explicable esta excepción. El abandono de¡ «grupo liberador» de la cárcel sin resistencia por parte de los 1;uardianes también es una incógnita aún no despeja-, da.

DetencionesAl parecer, dos personas, cuya identidad se desconoce, fueron detenidas tras la fuga de Meyer. Según informó la policía, el terrorista y sus libertadoras huyeron en un coche, tras haber sido herido de bala en una pierna uno de los funcionarios de la prisión.

Esta es la segunda fuga de una cárcel de Berlín, tras la ocurrida en julio de 1976, cuando se evadieron cinco terroristas.

Con motivo del secuestro del político berlinés, Peter Lorenz, Meyer fue canjeado por éste, junto con otras cuatro personas, y todos ellos trasladados a Yemen del Sur.

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De vuelta en Alemania, Meyer fue detenido en junio de 1975, en una calle de Berlín, y desde el pasado 11 de abril estaba sometido a un proceso que todavía no ha concluido.

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