El secretario general de las Juventudes Comunistas propone un movimiento juvenil unitario

El secretario general de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), Josep Palau, propuso ayer la creación de un movimiento juvenil unitario que pase incluso por encima de las siglas actuales, durante el discurso de apertura del primer congreso de la organización, que ayer comenzó en Madrid. También durante esta intervención, Palau hizo duras críticas al ministro de Cultura, Pío Cabanillas, por lo que consideró una política de «indiferencia e irresponsabilidad» absolutas por parte de este departamento hacia la juventud.El congreso comenzó con la aprobación del reglamento de las sesiones y la elec...

El secretario general de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), Josep Palau, propuso ayer la creación de un movimiento juvenil unitario que pase incluso por encima de las siglas actuales, durante el discurso de apertura del primer congreso de la organización, que ayer comenzó en Madrid. También durante esta intervención, Palau hizo duras críticas al ministro de Cultura, Pío Cabanillas, por lo que consideró una política de «indiferencia e irresponsabilidad» absolutas por parte de este departamento hacia la juventud.El congreso comenzó con la aprobación del reglamento de las sesiones y la elección de la mesa presidencial, en la que figura, entre otros, el secretario general del PCE, Santiago Carrillo, en calidad de invitado. En nombre del partido dirigió un saludo Luis Lucio Lobato, quien advirtió que los problemas actuales de la juventud se encuentran entre los más graves y difíciles de resolver, y mostró su confianza en que la UJC sabrá encontrarles solución.

En nombre de las antiguas Juventudes Socialistas Unificadas, el poeta Mareos Ana glosó esta organización y también dirigió un saludo el que fue primer secretario general de la UJC, Agustín Gómez Rueda.

A continuación, el secretario general saliente, Josep Palau, comenzó su discurso afirmando que la UJC de hoy es el resultado de las generaciones que la forjaron durante el franquismo, de la ayuda del PCE y, más remotamente, de la experiencia de las JSU.

Sobre la situación política en España observó que la democracia aún se está institucionalizando y que este proceso debe llevarse adelante sin obstáculos de intereses partidistas, de alternativas y contra-alternativas, sino mediante una política de consenso, cuya más clara expresión son los pactos de la Moncloa, y mediante la que se dota de contenido social al proceso democrático.

Denunció a continuación la «indiferencia e irresponsabilidad» con que el Ministerio de Cultura trata el tema de la juventud, con «la más absoluta falta de iniciativa, que es una forma de hacer política», y señaló como principal responsable de esto al ministro del departamento, Pío Cabanillas.