Empresas europeas de plásticos quieren limitar la capacidad de producción

Los fabricantes franceses de plásticos quieren celebrar conversaciones con sus colegas europeos, bajo los auspicios de la OCDE, con el fin de evitar el exceso de capacidad de producción en Europa, según manifestaciones de un portavoz del grupo Rhone Poulenc.Los productores franceses de este sector, entre los que, además de Rhone Poulenc, se encuentra Pechiney Ugine Kuhlman, desean que se congele la inversión a escala europea, y que se recorte la producción cerrando algunas fábricas, con el fin de que este sector no tenga que enfrentarse con los mismos problemas que tiene ahora la industria tex...

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Los fabricantes franceses de plásticos quieren celebrar conversaciones con sus colegas europeos, bajo los auspicios de la OCDE, con el fin de evitar el exceso de capacidad de producción en Europa, según manifestaciones de un portavoz del grupo Rhone Poulenc.Los productores franceses de este sector, entre los que, además de Rhone Poulenc, se encuentra Pechiney Ugine Kuhlman, desean que se congele la inversión a escala europea, y que se recorte la producción cerrando algunas fábricas, con el fin de que este sector no tenga que enfrentarse con los mismos problemas que tiene ahora la industria textil y la siderurgia, ha dicho el portavoz de Rhone Poulenc.

La posición defendida por los franceses es compartida por algunas firmas alemanas, como es el caso de Basf manifestado por el presidente de la sociedad en reciente rueda de prensa. La política que se preconiza es la de un concierto entre los productores europeos para limitar nuevas inversiones que supongan ampliaciones de capacidad de producción en el sector de plásticos, así como líquidación y no reposición de plantas obsoletas.

En el marco de la CEE y desde su creación, se han desdeñado planteamientos de política industrial hasta fechas muy recientes en que el grado de crisis de algunos sectores (fundamentalmente textil y siderúrgico) han obligado a una política de subvenciones y de prácticas restrictivas del libre mercado internacional. Algunas empresas privadas han manifestado su criterio contrario a ambas políticas y han pedido acuerdos entre los productores para evitar la agudización de la crisis, y sus efectos consiguientes sobre la tasa de beneficio y el empleo.

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