Carabanchel

La adjudicación de pisos vacíos divide a los vecinos

La Asociación de Amas de Casa de Carabanchel Bajo ha acusado a la Delegación Provincial de la Vivienda de paralizar los expedientes de pisos vacíos, presionada a su vez por la Coordinadora de Asociaciones de vecinos del distrito y por la Federación Provincial. Según el escrito de las amas de casa, las dos últimas entidades están boicoteando su trabajo para capitalizar los resultados en su provecho. Por su parte, la Coordinadora opina que las amas de casa están guiadas por intereses partidistas y anteponen los problemas de su zona a los de todo el barrio en su conjunto.En el extenso escrito env...

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La Asociación de Amas de Casa de Carabanchel Bajo ha acusado a la Delegación Provincial de la Vivienda de paralizar los expedientes de pisos vacíos, presionada a su vez por la Coordinadora de Asociaciones de vecinos del distrito y por la Federación Provincial. Según el escrito de las amas de casa, las dos últimas entidades están boicoteando su trabajo para capitalizar los resultados en su provecho. Por su parte, la Coordinadora opina que las amas de casa están guiadas por intereses partidistas y anteponen los problemas de su zona a los de todo el barrio en su conjunto.En el extenso escrito enviado por las amas a la Delegación éstas exigen que se reanuden los desahucios de pisos vacíos y su posterior entrega a las familias necesitadas de Opañel, barrio en que centran particularmente sus actividades. Las negociaciones con la Delegación comenzaron el 9 de enero de este año, con el compromiso de que los pisos recuperados se entregarían a las familias de la lista confeccionada por las amas de casa. Actualmente éstas necesitan 150 viviendas para solucionar los casos más urgentes, que se podrían conseguir mediante los pisos desahuciados y con la compra de otras 127 por el INV, que luego serían cedidas a las familias de Opañel.

La Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Carabanchel Bajo, formada por cuatro entidades, plantea, en cambio, que se confeccione una lista única de necesidades y que las viviendas que se consigan se adjudiquen a los más necesitados, sean de Opañel o de cualquier otro lugar. En este caso las necesidades ascenderían a unas 2.000 viviendas, y las amas de casa estiman que sus 150 familias quedarían perdidas en esa cifra superior.

Acusa, por tanto, a la Asociación de Vecinos, y en particular, a Julia García, de «querer ganar prestigio apropiándose de su trabajo, cuando anteriormente no habían hecho absolutamente nada». Piden a la Delegación Provincial de la Vivienda que cumpla los compromisos contraídos, reanudando la expropiación y entrega de los pisos vacíos y sin dejarse presionar por las maniobras de la asociación y de la Federación Provincial.

El portavoz de la Coordinadora niega que las amas de casa hayan sido las únicas que han trabajado por erradicar el chabolismo de Carabanchel, y recuerdan como dato, que una asociación entregó una relación de trece viviendas vacías al secretario del Gobierno Civil, señor De la Sota, en noviembre del año anterior. En este caso el señor De la Sota adjudicó de nuevo las viviendas a funcionarios de este organismo, de espaldas a la asociación que presentó la denuncia.

El portavoz insiste en que ya había contactos con el Ayuntamiento cuando las amas de casa no existían. En su opinión, el punto fundamental de la rivalidad entre ambas partes estriba en su diferente concepción de lo que debe ser el movimiento ciudadano. Los pisos vacíos que se puedan recuperar -continúa- pertenecen a todo el pueblo de Madrid, que los pagó en su día con sus impuestos y, por tanto, deben adjudicarse a las familias que más lo necesiten, según un baremo global de todo el barrio e incluso de toda la ciudad.

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