Los periodistas acordaron no hacer información del Pleno del Congreso de ayer

El Congreso de Diputados inició ayer una sesión plenaria a propósito de la cual los periodistas acreditados ante el Parlamento, en protesta por las dificultades para el desarrollo de su labor -la última desencadenante de esta actitud, la negativa de la Mesa del Congreso a que los informadores gráficos entraran ayer al hemiciclo-, acordaron no facilitar información. Para solucionar la situación planteada se designó una comisión representativa que iniciara inmediatamente conversaciones con la Mesa del Congreso.

Las conversaciones mantenidas por los representantes de los redactores gráfico...

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El Congreso de Diputados inició ayer una sesión plenaria a propósito de la cual los periodistas acreditados ante el Parlamento, en protesta por las dificultades para el desarrollo de su labor -la última desencadenante de esta actitud, la negativa de la Mesa del Congreso a que los informadores gráficos entraran ayer al hemiciclo-, acordaron no facilitar información. Para solucionar la situación planteada se designó una comisión representativa que iniciara inmediatamente conversaciones con la Mesa del Congreso.

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Las conversaciones mantenidas por los representantes de los redactores gráficos con la Mesa del Congreso no obtuvieron resultado positivo hasta el comienzo del Pleno. Los fotógrafos fueron invitados a realizar su labor desde una tribuna, desde la cual, en opinión de estos profesionales, no podían llevar a cabo dignamente su cometido.Ante el punto muerto al que se llegó, algunos informadores literarios promovieron una actitud de solidaridad que desembocó en una nota dirigida a la Mesa del Congreso y firmada por numerosos informadores, del siguiente tenor literal: «Los periodistas -gráficos y literarios- acreditados en el Parlamento expresamos nuestra protesta ante la Mesa del Congreso de Diputados por la serie de dificultades a nuestra labor informativa, que entendemos vulneran el libre ejercicio denuestra actividad profesional. Por todo ello, y en este mismo momento, nos comprometemos a no dar información del desarrollo de este Pleno en señal de disconformidad con las medidas adoptadas.»

Poco después de firmado este escrito y de quedar desalojada por los redactores literarios la tribuna de prensa, la sesión plenaria fue suspendida y dos miembros de la Mesa, los secretarios José Luis Ruiz Navarro (UCD) y Pablo Castellano (PSOE), se reunieron con los informadores en una de las salas de comisiones, en donde se improvisó una asamblea.

El señor Ruiz Navarro manifestó que no conocía hasta ahora las dificultades alegadas por los informadores literarios y que, en cuanto a los gráficos, la Mesa se encontraba dispuesta a negociar, pero partiendo del mantenimiento del no acceso al hemiciclo, medida que no se restringe a los periodistas, sino también a las personas ajenas a las Cortes, incluidos letrados que no estén de servicio y policias.

Por su parte, el señor Castellano reconoció que la decisión de asignar una tribuna a los reporteros gráficos era una mala solución y que, para ser operativos, debía negociairse una mejor, que tal vez pudiera ser habilitar el balconcillo que viene utilizando Televisión. Añadió que nadie debía tomar como decisión autoritaria la adoptada por la Mesa, que sólo pretendía poner coto a la excesiva permanencia de personas en el hemiciclo que dificultaban el funcionamiento de la Cámara, así como a la atención de determinadas quejas por parte de los diputados, sorprendidos por las cámaras fotográficas insistentemente en momentos en que «se sonaban la nariz o se rascaban».

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Dificultades para informar

Intervinieron algunos periodistas para señalar que los problemas de funcionamiento eran con secuencia de la mala organización del Congreso y, en cualquier caso, no atañía a los informadores. Un infórmador de El Alcázar se refirió a las facilidades periodísticas concedidas por las Cortes anteriores al 15 de junio y, se quejó del excesivo número de acreditaciones concedidas, así como del hecho de que personas ajenas a la prensa -puso el ejemplo de Massiel- ocupen en algún Pleno lugares en la tribuna citada.

Otros periodistas sacaron a colación que algunos diputados hablan obligado a los ujieres a permitir que sus esposas ocuparan lugares en la tribuna citada (una voz añadió: «y hasta sus chachas»). Se recordó también que los invitados no han de exhibir su invitación, a diferencia de los periodistas.

Los redactores gráficos hicieron objeciones a la propuesta de utilizar la plataforma de Televisión. Se decidió designar una comisión representativa de todos los periodistas para negociar con la Mesa, y así se hizo una vez que los secretarios abandonaron la reunión.

Nota a la opinión pública

Ante las objeciones hechas por algunos informadores -entre ellos los de EL PAÍS- por las consecuencias que, cara a los lectores, pudieran originar esta privación de información sobre las tareas parlamentarias, y a propuesta concreta de otro periodista, que propuso la explicación a la opinión pública del motivo de la actitud adoptada, se redactó una nota, a través de la cual los periodistas acreditados hacían constar:

«1º. Que la decisión conjunta de no informar sobre el Pleno ha sido tomada como señal de protesta por la serie de dificultades que se vienen poniendo a nuestra tarea profesional y que han tenido su última expresión en la prohibición a los informadores gráficos de acceder al hemiciclo como lo venían haciendo.

2º. Que somos los primeros en larpentar la situación creada y la falta de información que esta actitud provocará en la opinión pública, cuya comprensión reclamamos.

3.º Que esperamos que la situación se normalice cuanto antes, previo acuerdo con la Mesa del Congreso, en bien del Parlamento, como representación de todos los ciudadanos.

4.º Que a tal efecto, la asamblea ha decidido la formación de una comisión representativa que negociará la solución más rápida y eficaz posible.»

La decisión de no informar fue aceptada por todos los informadores de prensa y radio. Y por parte de EL PAÍS se aceptó finalmente la actitud general, tras consultar con el resto de su redacción, por, razones de solidaridad, si bien manteniendo objeciones de fondo a la gestación y contenido delacuerdo.

En cuanto a Televisión Española, la asamblea aceptó que diera, como los demás, el orden del día, y también la aprobación y rechazo de los temas tratados, además de informar sobre la actitud adoptada. En la negociación con TVE, a través de su redactor, llegó a la asamblea la advertencia, de parte de Fernando Bofill, de que a ver si después de aceptar la decisión general luego algún periodista salía pegando un palo a TVE.

La pregunta de una redactora de Abc sobre si la decisión afectaba también a la tarea informativa de pasillos fue contestada afirmativamente («esta tarde no ha habido diputados», se le dijo).

La comisión representativa elegida recibió de la asamblea el encargo de iniciar inmediatamente las conversaciones, a fin de que se reanuden normalmente las tareas informativas sobre el Congreso de Diputados.

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