Oleada de cartas-bomba en Londres
La brigada atititerrorista de Scotland Yard difundió en Londres un llamamiento urgente para que nadie abra paquetes postales de características determinadas, después de que un artefacto explosivo enviado por correo hiciera explosión en la sede del Partido Comunista británico, en el barrio londinense de Covent Garden. El portero del inmueble resultó herido en el atentado, que ocasionó también un pequeño incendio.
Otro paquete explosivo fue localizado a primeras horas de la tarde en los locales del Sindicato de Empleados Públicos y desactivado por los expertos de la policía.
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La brigada atititerrorista de Scotland Yard difundió en Londres un llamamiento urgente para que nadie abra paquetes postales de características determinadas, después de que un artefacto explosivo enviado por correo hiciera explosión en la sede del Partido Comunista británico, en el barrio londinense de Covent Garden. El portero del inmueble resultó herido en el atentado, que ocasionó también un pequeño incendio.
Otro paquete explosivo fue localizado a primeras horas de la tarde en los locales del Sindicato de Empleados Públicos y desactivado por los expertos de la policía.
Ambos atentados fueron reivindicados telefónicamente a última hora de la tarde por un grupo nazi, desconocido hasta ahora, y autodenominado Columna 88. En llamada a dos diarios de circulación nacional, el portavoz de Columna 88, que se identificó como Mussolini, dijo que las bombas eran el comienzo de una campaña contra simpatizantes de la izquierda.
Aunque Scotland Yard no ha revelado todavía las características concretas de estas cartas-bomba, si ha advertido que contienen un explosivo muy peligroso a base de clorato de sodio y tienen gran poder incendiario. Los explosivos son enviados en paquetes de color marrón que miden 15 x 10 centímetros y los encontrados hasta ahora fueron entregados en mano por el cartero en los repartos habituales.
Sin amenazas
Un portavoz del Partido Comunista dijo a este periódico que en el paquete que hizo explosión en sus locales no venía ninguna nota y que durante los últimos meses no habían recibido amenazas telefónicas.La semana pasada, un artefacto de similares características al dirigido contra el Sindicato de Empleados Públicos, aunque de menor poder incendiario, hirió en la cara a un destacado miembro del ultraizquierdista Partido Socialista de los Trabajadores y militante de la Liga Anti-Nazi.