Fenosa y Endesa se enfrentan por las centrales térmicas de León

Dos empresas eléctricas, Fenosa y Endesa, libran en estos días su guerra particular por la instalación en el término municipal de Páramo de Sil de dos centrales térmicas, con una potencia de 350 megawatios cada una, que supondría una inversión de alrededor de 30.000 millones de pesetas: 12.000 para la primera de ellas y 18.000 para la segunda. La imposibilidad, al menos inmediata, de ubicación de ambas centrales en la misma zona se produce como consecuencia de la limitada producción de carbón térmico que se extrae en las minas de El Bierzo.En la actualidad funciona en la cuenca de El Bierzo un...

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Dos empresas eléctricas, Fenosa y Endesa, libran en estos días su guerra particular por la instalación en el término municipal de Páramo de Sil de dos centrales térmicas, con una potencia de 350 megawatios cada una, que supondría una inversión de alrededor de 30.000 millones de pesetas: 12.000 para la primera de ellas y 18.000 para la segunda. La imposibilidad, al menos inmediata, de ubicación de ambas centrales en la misma zona se produce como consecuencia de la limitada producción de carbón térmico que se extrae en las minas de El Bierzo.En la actualidad funciona en la cuenca de El Bierzo una sola central -la de Compostiña, en Ponferrada, perteneciente a la Empresa Nacional de Electricidad, SA- que en sus distintos grupos totaliza una potencia de 612 megawatios, con autorización para construir dos nuevos grupos de otros setecientos. Recientemente, y para una de estas últimas instalaciones, se ha solicitado un cambio de ubicación, con lo que Endesa ha venido a chocar con un proyecto de Fuerzas Eléctricas del Noroeste, SA, que preveía la construcción de un complejo de 350 megawatios en el mismo término municipal. Mientras la primera de ellas justifica el cambio de ubicación de su grupo por motivos económicos, de ahorro en transporte, y otros, Fenosa asegura que su proyecto es anterior en el tiempo a la solicitud de la empresa rival y acusa a la misma de pretender «el monopolio de compra del carbón», con perjuicio para las empresas mineras, que de este modo se verían sometidas a una definitiva dependencia de Endesa.

Ante esta situación, la Federación de Empresarios Leoneses ha hecho público un comunicado en el que se muestra partidaria de la construcción de ambas centrales en los lugares que, desde el principio, habían previsto cada una de las dos empresas. El Ministerio de Industria y Energía, que en definitiva ha de decidir sobre estas solicitudes, no ha expresado hasta el momento opinión alguna sobre el tema, en el que, por lo demás, se constituye en juez y parte interesada al ser Endesa una de las empresas de propiedad mayoritaria del INI.

En resumen esta particular guerra de las eléctricas con 30.000 millones de pesetas de inversión en juego, parece tener su origen en el control de las empresas mineras de El Bierzo, comerca en la que radican las mayores reservas de carbón térmico del país, cuya producción debería casi triplicarse para abastecer a todas las centrales en proyecto.

La empresa Nacional de Electricidad está desarrollando diversas iniciativas en el campo de las centrales térmicas que utilizan lignito como materia prima. Los costes de la materia prima energética, fuel básicamente, han obligado a potenciar y desarrollar centrales convencionales que aprovechen carbón nacional, ahora revalorizado.

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