Estudio sobre la remodelación del centro de Madrid

La remodelación del centro de Madrid es el título del libro escrito por Alfonso Alvarez de la Mora, arquitecto colegiado del COAM, sobre los fenómenos de cambio del uso del suelo en el centro de nuestra ciudad. A lo largo de sus diferentes capítulos se abordan problemas teóricos, se expone una breve historia del urbanismo en Madrid a lo largo de los dos últimos siglos y se analiza, por fin, los casos más típicos de invasión del centro, revalorizado por las grandes compañías inmobiliarias.El análisis abarca todas las grandes transformaciones de cambio de uso del suelo que se han producid...

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La remodelación del centro de Madrid es el título del libro escrito por Alfonso Alvarez de la Mora, arquitecto colegiado del COAM, sobre los fenómenos de cambio del uso del suelo en el centro de nuestra ciudad. A lo largo de sus diferentes capítulos se abordan problemas teóricos, se expone una breve historia del urbanismo en Madrid a lo largo de los dos últimos siglos y se analiza, por fin, los casos más típicos de invasión del centro, revalorizado por las grandes compañías inmobiliarias.El análisis abarca todas las grandes transformaciones de cambio de uso del suelo que se han producido a lo largo de la Gran Vía, sector Callao-plaza de Santo Domingo, sector plaza de España, sector calle de Princesa, sector Argüelles-Moncloa y sector avenida de Valladolid. En todos ellos se intenta demostrar que las operaciones urbanísticas no tienen un contenido simplemente económico, sino también social e ideológico. Se trata de desplazar a la población de los barrios del centro, que un siglo antes era el extrarradio, y cambiar su uso en actividades terciarias, las que se denominan, aparte de las comerciales, de toma de decisiones. En esta trasformación va también implícita una posición ideológica del urbanismo, la que sostiene que una gran ciudad se caracteriza por disponer de un centro prestigioso, donde estén los más grandes edificios, los comercios más lujosos y donde se paseen los personajes más importantes. Lógicamente esto supone el desplazamiento a las afueras de los personajes menos importantes y la desaparición de los comercios pequeños y las casas de vecindad, pero a través de las necesidades de urbanismo se intenta explicar a estos habitantes desterrados que lo que les ocurre es algo natural, inevitable en el proceso de desarrollo urbano, sin abordarse la cuestión previa, claro está, de si existen otros modelos de desarrollo que preserven la humanidad de la ciudad y, al mismo tiempo, los intereses de sus sectores sociales menos poderosos.

La ligazón entre el Ayuntamiento, los organismos oficiales y las grandes empresas inmobiliarias es evidente e inevitable en este modelo de desarrollo en favor de los grandes. La propiedad del suelo se va concentrando en las inmobiliarias, ya sea mediante compra a sus antiguos propietarios, o mediante expropiación municipal, que luego se lo «subastan» a precios ridículos. Ejemplo, el solar donde hoy se levanta la Torre de Madrid, en plaza de España, apenas alcanzó los seis millones de pesetas. En el día de su inauguración, 15 de octubre de 1957, José María Otamendi, delegado de Inmobiliaria Metropolitana, dijo: «Vamos a izar la bandera en la estructura de hormigón armado más alta del mundo y en el edificio más alto de Europa, proyectado por el arquitecto Julián Otamendi. Quiero destacar especialmente a la empresa Agromán, al Ayuntamiento de Madrid y a la Comisaría de Urbanismo, que nos dieron tantas facilidades, a la política verdaderamente patriarcal del Banco de Vizcaya.... y gratitud al generalísimo, bajo cuya dirección España disfruta de la tranquilidad que permite empresas de esta envergadura.»

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