La pasión y muerte de Jesucristo conmemoradas por Pablo VI

La pasión y la muerte de Jesucristo, conmemorada por el mundo católico, fue recordada por Pablo VI en un mensaje difundido a todo el mundo por radio y televisión. El mensaje fue pronunciado por el Papa desde su estudio privado, en el palacio apostólico de San Pedro, en el Vaticano, ya que su estado de salud le impidió presidir la ceremonia del vía crucis en el coliseo romano.

Pablo VI dijo, con aspecto sereno y voz nítida, que Jesús resume y representa el dolor humano «con una cierta referencia a su causa profunda y originaria, el pecado, del cual, él, inocente, soportaba las consecuenc...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La pasión y la muerte de Jesucristo, conmemorada por el mundo católico, fue recordada por Pablo VI en un mensaje difundido a todo el mundo por radio y televisión. El mensaje fue pronunciado por el Papa desde su estudio privado, en el palacio apostólico de San Pedro, en el Vaticano, ya que su estado de salud le impidió presidir la ceremonia del vía crucis en el coliseo romano.

Pablo VI dijo, con aspecto sereno y voz nítida, que Jesús resume y representa el dolor humano «con una cierta referencia a su causa profunda y originaria, el pecado, del cual, él, inocente, soportaba las consecuencias, con su trágica y fatal conclusión, la muerte. Jesús fue aplastado bajo el peso insoportable de la suerte a él destinada, la del cordero de Dios, la de la víctima total, la de su sacrificio».«Deseo que todos tengan ocasión de experimentar -añadió- el momento de emoción y simpatía que no puede queda desprovisto de una primera alegría: la de sentirse inmerecidamente, profundamente amados. El misterio de la cruz es el misterio del amor de Dios, en Cristo, por nosotros, por cada uno de nosotros; un amo insuperable, liberador, gratuito de sacrificio. »

Los ritos litúrgicos de la pasión de Cristo fueron oficiados por el cardenal Giuseppe Paupini, en nombre del Papa, convaleciente de su estado gripal, según el Vaticano.

Ceremonias litúrgicas

Durante la ceremonia, un monje capuchino denunció en su homilía «el tratamiento, que tantos sacerdotes, religiosos y laicos dan a la cruz de Cristo». Según el monje capuchino, la Iglesia ha sido puesta en crisis por sacerdotes que abandonan su ministerio, por religiosos que renuncian a combatir la concupiscencia, el orgullo y la comodidad, así como por monjas que abandonan la comunidad».

Archivado En