La "Marcha pro libertad de expresión" se concentró ante el Ministerio de Cultura

Unas 250 personas integrantes de la Marcha pro libertad de expresión, que se ha organizado desde distintos puntos de España para converger sobre Madrid, se concentraron ayer por la mañana ante el Ministerio de Cultura, en la avenida del Generalísimo, profiriendo diversos gritos en favor de la libertad de expresión y de solidaridad con el grupo Els Joglars, juzgados y condenados recientemente por ofensas al Ejército.El ministro de Cultura, Pío Cabanillas, recibió a una comisión de ocho actores que representaban a los concentrados ante el ministerio. Los miembros de la comisión solicitaro...

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Unas 250 personas integrantes de la Marcha pro libertad de expresión, que se ha organizado desde distintos puntos de España para converger sobre Madrid, se concentraron ayer por la mañana ante el Ministerio de Cultura, en la avenida del Generalísimo, profiriendo diversos gritos en favor de la libertad de expresión y de solidaridad con el grupo Els Joglars, juzgados y condenados recientemente por ofensas al Ejército.El ministro de Cultura, Pío Cabanillas, recibió a una comisión de ocho actores que representaban a los concentrados ante el ministerio. Los miembros de la comisión solicitaron del ministro que intercediera en la libertad de los cuatro actores del grupo teatral Els Joglars y que el Ministerio de Cultura se defina públicamente sobre este caso, así como que se garantice a todos los trabajadores del espectáculo libertad para desarrollar el ejercicio de la profesión teatral.

El señor Cabanillas, según manifestó a EL PAÍS un miembro de esta comisión, si bien se declaró solidario con la lucha por la libertad de expresión, afirmó que no haría ninguna manifestación pública sobre un caso que está sub judice, agregando que sobre la obra La Torna, por la que fueron juzgados los actores de Els Joglars, tenía moralmente indicios suficientes para opinar que existían injurias contra el Ejército, aunque reconoció que estos indicios le habían llegado a través de terceros, ya que él no vio la obra.

Al exponerle la comisión su disconformidad por el hecho de que haya sido un tribunal militar, y no civil, el que juzgara a los actores de Els Joglars, el señor Cabanillas manifestó, como ministro del Gobierno de UCD, que su partido llevará a efecto lo registrado en el pacto de la Moncloa acerca de la reforma del Código de Justicia Militar. Finalmente, solicitó de sus interlocutores que le presentaran todas sus peticiones por escrito para un estudio más detenido de las mismas, escrito que hoy le entregará la citada comisión.

Durante los tres cuartos de hora que duró la entrevista, el resto de los integrantes de la marcha, llegados en veintidós furgonetas y numerosos turismos de Cataluña, Galicia, País Vasco, Madrid, Valencia, Andalucía y Valladolid, siguieron manifestándose, cantando y bailando con máscaras al ritmo de la farándula, hasta ser disueltos pacíficamente por las fuerzas del orden público.

Varias furgonetas, adornadas con pancartas en favor de la libertad de expresión, se dirigieron desde el Ministerio de Cultura hacia la plaza de Cibeles, donde fueron interceptadas violentamente por la policía, quienes, tras apalear a los ocupantes de los vehículos, les arrancaron pegatinas y pancartas, al tiempo que les insultaban, acusándoles de apoyar a quienes atacaban al Ejército y a la policía. El cristal parabrisas de la furgoneta del grupo teatral catalán Mardux fue roto de un culatazo.

Poco después de la una de la tarde, algunas furgonetas de diversos grupos de teatro intentaron concentrarse ante el palacio de las Cortes, pero fueron desviadas por dotaciones de la Policía Armada. Los guerrilleros de Cristo Rey también atacaron a una de estas furgonetas, concretamente a la del grupo Mediodía, de Sevilla, a su paso por la calle de Núñez de Balboa, donde se encuentra la sede de este partido.

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