Gente

Anita Ekberg,

uno de los opulentos mitos eróticos de los años sesenta, posa ante los fotógrafos de Munich poco antes de comenzar su show en una sala de fiestas. La representante por antonomasia de una «dolce vita» pertinazmente prohibida por estos pagos recorre Europa sin asustar ya a nadie....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

uno de los opulentos mitos eróticos de los años sesenta, posa ante los fotógrafos de Munich poco antes de comenzar su show en una sala de fiestas. La representante por antonomasia de una «dolce vita» pertinazmente prohibida por estos pagos recorre Europa sin asustar ya a nadie.

Archivado En