Cartas al director

Vallecas, sin Metro

Hay situaciones cansadas que con el paso del tiempo se convierten en agotadoras. Este es el caso, por ejemplo, de Vallecas con respecto al Metro.Hace ya varios años que, a través de las pantallas de RTVE, se aseguró que en un período breve de tiempo el Pueblo de Vallecas tendría Metro. Se sondeó el terreno, y aún estamos esperando que den comienzo las obras. Cuando el señor De Arespacochaga comenzó su campaña de «acercamiento a los problemas reales de los barrios» en una visita al populoso barrio, fue interpelado por una vecina sobre el problema del Metro, a lo que el alcalde contestó que es g...

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Hay situaciones cansadas que con el paso del tiempo se convierten en agotadoras. Este es el caso, por ejemplo, de Vallecas con respecto al Metro.Hace ya varios años que, a través de las pantallas de RTVE, se aseguró que en un período breve de tiempo el Pueblo de Vallecas tendría Metro. Se sondeó el terreno, y aún estamos esperando que den comienzo las obras. Cuando el señor De Arespacochaga comenzó su campaña de «acercamiento a los problemas reales de los barrios» en una visita al populoso barrio, fue interpelado por una vecina sobre el problema del Metro, a lo que el alcalde contestó que es grande la dificultad de las obras, por lo malo del terreno.

Habría que recordar al señor De Arespacochaga, o a quien corresponda, que algunos obreros murieron en hundimientos de la línea de Alfonso XIII debido a lo arenoso del terreno; sin embargo, el Metro llegó hasta barrios que, como el conjunto de chalets de la calle de Pío XII, no parece que estén ocupados precisamente por obreros. Cabría preguntarse entonces si los 600.000 habitantes del Pueblo de Vallecas, que sí son obreros, no tienen derecho a Metro y han de soportar un gasto de tiempo y dinero mayor al debido.

Los vecinos nos lo hemos preguntado muchas veces, y hemos hecho constar nuestra petición de que un medio de transporte tan popular llegue hasta nuestro barrio. La contestación ha sido siempre la de dar «la callada por respuesta». Ahora casi no se habla del asunto, pero no es por falta de ganas ni de necesidad, sino que la situación ha llegado a agotar a muchos al tener que enfrentarse a la desidia de las autoridades correspondientes. ¿Llegará algún día la solución?. Creo que a nadie le extrañará que desconfiemos un poquito.

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