Continúa reunida la ejecutiva del Episcopado

Hoy termina la reunión de la comisión ejecutiva del Episcopado español, que ha venido elaborando el orden del día de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal que comienza mañana en Madrid. Preside las reuniones de la ejecutiva el titular de la Conferencia, monseñor Vicente Enrique y Tarancón, quien precisamente ayer hizo pública una nueva carta cristiana.La reestructuración de los organismos de la Conferencia Episcopal es uno de los temas principales de la asamblea plenaria. Integran el organismo que se reúne antes de la citada asamblea los presidentes de las dieciocho comisione...

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Hoy termina la reunión de la comisión ejecutiva del Episcopado español, que ha venido elaborando el orden del día de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal que comienza mañana en Madrid. Preside las reuniones de la ejecutiva el titular de la Conferencia, monseñor Vicente Enrique y Tarancón, quien precisamente ayer hizo pública una nueva carta cristiana.La reestructuración de los organismos de la Conferencia Episcopal es uno de los temas principales de la asamblea plenaria. Integran el organismo que se reúne antes de la citada asamblea los presidentes de las dieciocho comisiones episcopales, además del presidente de la Conferencia y del secretario de la misma, monseñor Jesús Iribarren.

Entre los que no han podido acudir a esta reunión previa se halla el cardenal Jubany, arzobispo de Barcelona y presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia, que ha sido sustituido por monseñor Iniesta, obispo auxiliar de Madrid y miembro de la mencionada comisión. Monseñor Carles, obispo de Tortosa, ha sustituido a monseñor Cirarda, que es arzobispo de Pamplona y presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social.

Monseñor Tarancón, cuya reelección para el cargo de presidente de la Conferencia Episcopal sigue pareciendo problemática, hablaba ayer en su carta cristiana que dentro de la misma Iglesia ha tenido sus consecuencias el nuevo espíritu democrático que ha hecho su aparición en España. «Se hacen afirmaciones doctrinales extrañas e interpretaciones personales del Evangelio» como si cada cristiano pudiese precisar la doctrina por sí mismo o fuese autónomo y libre para creer o hacer lo que juzgue más conveniente». Según monseñor Tarancón, se ha creado un clima de recelo hacia la autoridad «que frena su intervención aun en cuestiones que ponen en peligro la convivencia social y la consistencia y unidad del pueblo de Dios».

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