La banca pide al Gobierno americano mayor apoyo al dólar
Una petición al Tesoro norteamericano para que empiece a «financiar» su propio déficit de pagos con otras monedas fuertes que no sea el dólar, fue hecha hoy por miembros de la comunidad financiera internacional.
Al contrario que otros países, Estados Unidos no suelen tener reservas en divisas extranjeras en cantidades importantes dedicándose casi exclusivamente a negociar con el dólar
Ante la continua depreciación de la moneda norteamericana y el poco éxito que está teniendo a «intervención», moderada para pararla por parte del Tesoro USA, financieros alemanes, suizos y britá...
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Una petición al Tesoro norteamericano para que empiece a «financiar» su propio déficit de pagos con otras monedas fuertes que no sea el dólar, fue hecha hoy por miembros de la comunidad financiera internacional.
Al contrario que otros países, Estados Unidos no suelen tener reservas en divisas extranjeras en cantidades importantes dedicándose casi exclusivamente a negociar con el dólar
Ante la continua depreciación de la moneda norteamericana y el poco éxito que está teniendo a «intervención», moderada para pararla por parte del Tesoro USA, financieros alemanes, suizos y británicos están presionando para que se utilicen marcos, francos o yens japoneses en la financiación de su déficit comercial de pagos.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Joahnnes Witeveen, declaró recientemente en un discurso que los Estados Unidos deberían hacer algo más en su protección del dólar que las pequeñas intervenciones correctoras de mercado que vienen haciendo desde enero pasado.
Otros países, se quejan los financieros europeos, generalmente financiar sus déficit comerciales utilizando sus reservas de dólares, pero los EEUU no poseen grandes cantidades de otras divisas y siempre confían en lo que otras naciones hagan con el dólar.
El Gobierno Carter no parece muy decidido a hacer caso de esta recomendación, según fuentes económicas norteamericanas.
La Administración sigue empeñada en conseguir, sobre todo de Alemania Federal, una promesa de mayor estímulo económico este año utilizando el arma de la depreciación del dólar como recurso para perjudicar a las exportaciones germanas.