Cartas al director

Una feminista contra un pecho en ristre

Las mujeres, en general, y las feministas, en particular, la verdad es que ya no nos debíamos sorprender de nada. Desde el momento en que vivimos en una civilización que nos ha arrebatado nuestra propia sexualidad, intentándonos reducir a unos «objetos» que se exhiban, pintarrajeen, encorseten o desencorseten (según la época) para disfrute del otro sexo, ¿de qué nos íbamos ya a extrañar? Pero a mí, y supongo que a muchas feministas, nos siguen sorprendiendo cosas, como, por ejemplo, que Susana Estrada, teta en ristre, recoja un premio que se le ha concedido y que se lo entrega un profesor con ...

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Las mujeres, en general, y las feministas, en particular, la verdad es que ya no nos debíamos sorprender de nada. Desde el momento en que vivimos en una civilización que nos ha arrebatado nuestra propia sexualidad, intentándonos reducir a unos «objetos» que se exhiban, pintarrajeen, encorseten o desencorseten (según la época) para disfrute del otro sexo, ¿de qué nos íbamos ya a extrañar? Pero a mí, y supongo que a muchas feministas, nos siguen sorprendiendo cosas, como, por ejemplo, que Susana Estrada, teta en ristre, recoja un premio que se le ha concedido y que se lo entrega un profesor con fama de político probo allá donde los haya.Claro que a mí me sorprenden muchas cosas que suelen considerarse «normales». Me sorprende el strip-tease, por las mismas razones que me sorprendería que hubiera restaurantes donde se exhibieran (y no se comieran) platos exquisitos y los clientes, una vez bien en marcha sus jugos gástricos, se fueran, tan sonrientes, a sus casas.

Y también me sorprendería que alguno de los caballeros que recibieron el premio en el mismo acto que la Estrada, se hubiera acercado a recogerlo con alguna parte de su cuerpo -de las no habituales- al aire. Pero quizá esas cosas sólo sorprenden a las feministas. Porque lo cierto, es que estamos en la época del destape, destape que se considera como una liberación.

Pero, a mi entender, en una sociedad «consumida» por el consumismo, donde no existe ni educación sexual, ni información sobre anticonceptivos, ni derecho a la intimidad, ni sexualidad libre, el uso que se hace del destape femenino -y sólo femenino- no sólo no tiene nada que ver con la liberación de la mujer, sino que nos lleva a las últimas consecuencias del despojo de nuestra sexualidad.

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Asociación Democrática de la Mujer.

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