La plantilla de la clínica Los Nardos reivindica sus puestos de trabajo

Los trabajadores de la clínica Los Nardos -cuya plantilla integran 350 personas, entre personal sanitario y auxiliar- continúan encerrados en el centro sanitario, como postura de fuerza en apoyo de sus puestos de trabajo. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Previsión no se ha pronunciado sobre la oferta de venta hecha por la dirección de la citada clínica, a la vista de la grave situación económica por la que atraviesa. Según los trabajadores esta situación se debe a la mala gestión empresarial.

Por otra parte, además de las negociaciones en curso con el INP para que la Seguridad S...

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Los trabajadores de la clínica Los Nardos -cuya plantilla integran 350 personas, entre personal sanitario y auxiliar- continúan encerrados en el centro sanitario, como postura de fuerza en apoyo de sus puestos de trabajo. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Previsión no se ha pronunciado sobre la oferta de venta hecha por la dirección de la citada clínica, a la vista de la grave situación económica por la que atraviesa. Según los trabajadores esta situación se debe a la mala gestión empresarial.

Por otra parte, además de las negociaciones en curso con el INP para que la Seguridad Social se haga cargo del centro sanitario, la dirección de Los Nardos mantiene también contactos con la sociedad médica Sanitas, la cual está «muy interesada» en las instalaciones.En opinión de la comisión de personal, la actual situación de crisis económica por la que atraviesa la empresa podría desembocar en un «interesado deterioro de la situación tal que, vendiendo a la baja, facilitaría a la sociedad privada Esfera Médica -vinculada económicamente con el que fuera fundador y primer presidente del consejo de administración de Los Nardos, doctor Luis de Castro Feito- hacerse con la clínica».

La preocupación de los trabajadores estriba en la inseguridad en que les sitúa las negociaciones «a tres bandas» en que parece estar empeñada la dirección de Los Nardos, dado que cualquiera de los tres posibles compradores prescindiría de parte o la totalidad de la actual plantilla de la clínica.

Concretamente, el INP no podría absorber al personal médico de Los Nardos, ni tan siquiera al personal auxiliar, ya que la Seguridad Social tiene sus propias plantillas, cubiertas mediante oposición. Al parecer, la fórmula a adoptar, en caso de que el INP se pronunciara finalmente por la adquisición del centro, sería la contratación como fijos de los actuales trabajadores de Los Nardos. Esta, precisamente, es una de las dificultades con que cuenta la negociación que mantienen ambas partes. En el curso de estas negociaciones, en las que ha intervenido personalmente el subsecretario de la Salud, doctor Palacios Carvajal, conocedor de la situación de la clínica por haber trabajado en ella, el delegado general del INP resumió la dureza de las mismas con la aseveración de que «el Estado no puede socializar pérdidas».

En cuanto a la adquisición del centro por parte de Sanitas, sociedad médica con la que se viene negociando desde febrero del pasado año, ello supondría el despido de gran parte de la plantilla. De hecho, en una de las fases de la negociación en que parecia ultimada la operación, la dirección de Los Nardos facilitó la baja voluntaria de unos cincuenta trabajadores mediante la concesión de una indemnización de un mes por año, arreglado de tal manera que los beneficiados por esta medida se pudieran acoger al paro. La reducción de plantilla por tal procedimiento -según denuncia la comisión de personal- permitió el que algunos de los despedidos, ante la necesidad de personal originada por la falta de una reestructuración de la misma plantilla, volvieran a sus puestos de trabajo y siguieran cobrando su sueldo.

Según ha informado a EL PAÍS la comisión de personal, la última oferta de Sanitas supone la compra del 51 % de las acciones de la sociedad propietaria de Los Nardos al 50 % de su valor nominal, a pagar en tres años: un 20 % al hacer la transacción, otro 20 % a finales de este año, y el 60 % restante, en dos partes, a finales de 1979 y 1980.

El valor nominal de las acciones, según la misma fuente, es algo superior a los 213 millones de pesetas y, al parecer, el precio de venta del centro sanitario al INP es de 824 millones de pesetas.

Mala gestión

Las razones de la actual situación de crisis por la que atraviesa la empresa estriban en la mala gestión de la misma, concretada en «una falta total de dirección, de responsabilidades delegadas, de organización, de objetivos y de control», según se señala en un reciente informe que destinado a los aproximadamente doscientos accionistas de la sociedad ha sido elaborado por una comisión delegada del consejo de administración que integraban tres accionistas no médicos, dos médicos de la clínica, la enfermera jefe, dos representantes del personal, el director general y un médico de privados.El informe señala de manera especial las condiciones especialísimas en que son contratadas las tarifas con Esfera Médica, lo que sólo en 1977 supuso una diferencia de ingresos para la clínica de 35 millones de pesetas. Entre las soluciones apuntadas en el informe para evitar la urgente venta o el cierre por suspensión de pagos -en un plazo no superior al mes- figura el establecimiento de un control de ocupación, así como tratar de optimizar ésta. El pasado año, después de haber ascendido el nivel de ocupación con relación a anteriores años, este índice se situó en un 73 %. También se plantea el establecimiento de un sistema de control del margen bruto de explotación por departamento. También señala el informe la necesidad de optimizar el uso de los servicios, mediante la contratación de nuevos médicos y sociedades con nuevas tarifas.

Pendientes del INP

Las esperanzas de los trabajadores en cuanto a la garantía de sus empleos están cifradas en la respuesta que dé el INP -ayer concluyó el plazo establecido entre las partes negociadoras para el definitivo pronunciamiento del Instituto- a la oferta de venta de la dirección de Los Nardos.Según señala la comisión de personal, no sólo peligra el puesto de trabajo de las 350 personas que en la actualidad integran la plantilla, sino también la escuela de ayudantes técnicos sanitarios que existe en el centro sanitario, que cuenta con 133 alumnas.

«En cualquier caso -concluye la comisión de personal- sería lamentable el cierre de un centro sanitario de las características del de Los Nardos, con 166 habitaciones individuales (que de hacerse cargo de él la Seguridad Social podría suponer la habilitación de más de trescientas camas hospitalarias), además de siete incubadoras y ocho riñones artificiales, dotado de la suficiente infraestructura técnica como para situarle como la principal clínica privada de Madrid.»

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