Triunfo de la oposición en las elecciones presidenciales de Costa Rica

Aunque aún no se conocen cifras oficiales, parece que no será necesaria una segunda vuelta electoral en Costa Rica y que Rodrigo Carazo, candidato del principal partido de oposición, es el nuevo presidente del país, por un período constitucional de cuatro años. Es preciso, sin embargo, tomar con reservas esta inicial impresión, ya que hasta hoy no terminarán los escrutinios. En la madrugada del domingo al lunes, el candidato del Partido de Liberación Nacional, Luis Alberto Monge, reconoció que su rival le aventajaba con alguna claridad, de acuerdo a los datos conocidos hasta entonces.
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Aunque aún no se conocen cifras oficiales, parece que no será necesaria una segunda vuelta electoral en Costa Rica y que Rodrigo Carazo, candidato del principal partido de oposición, es el nuevo presidente del país, por un período constitucional de cuatro años. Es preciso, sin embargo, tomar con reservas esta inicial impresión, ya que hasta hoy no terminarán los escrutinios. En la madrugada del domingo al lunes, el candidato del Partido de Liberación Nacional, Luis Alberto Monge, reconoció que su rival le aventajaba con alguna claridad, de acuerdo a los datos conocidos hasta entonces.

Las elecciones, en las que participaron alrededor de 700.000 costarricenses de un censo de 1.058.000 votantes, se desarrollaron con total normalidad, como es habitual en Costa Rica, que ofrece un espectáculo poco común en Latinoamérica de estabilidad y madurez políticas y civismo.

Si se confirma la derrota del partido a que pertenece el actual presidente de la República, Daniel Oduber, aumentarán las diferencias ideológicas y estratégicas, hasta ahora mínimas, entre los dos principales partidos de Costa Rica. El candidato de la oposición, Rodrigo Carazo, se separó del Partido de Liberación Nacional, hasta ahora en el poder, hace tres años, pero su grupo, el Partido de Unidad, no varió de forma significativa los postulados socialdemócratas del partido del Gobierno. No son previsibles, pues, cambios notables en la orientación política de Costa Rica, aunque quizá el nuevo presidente intente dar a su partido nueva personalidad e independencia.

El nuevo presidente no se hará cargo de la primera magistratura de la nación hasta el próximo mes de mayo.