Tribuna

Un aviso

Los grandes prebostes del deporte español, empecinados durante años en sostener situaciones vejatorias para los practicantes profesionales, han escondido la cabeza bajo el ala a la vista de las conclusiones de la asamblea nacional. Algunos parece que incluso se han negado a darse por enterados de lo que se les ha dicho.Durante años, con la moral del Alcoyano, porque con otra habría lanzado la toalla hace tiempo, he venido insistiendo en la necesidad de que el deporte en general y de una manera muy particular el fútbol se adecuase a la legislación española. El Tribunal Supremo ya se definió hac...

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Los grandes prebostes del deporte español, empecinados durante años en sostener situaciones vejatorias para los practicantes profesionales, han escondido la cabeza bajo el ala a la vista de las conclusiones de la asamblea nacional. Algunos parece que incluso se han negado a darse por enterados de lo que se les ha dicho.Durante años, con la moral del Alcoyano, porque con otra habría lanzado la toalla hace tiempo, he venido insistiendo en la necesidad de que el deporte en general y de una manera muy particular el fútbol se adecuase a la legislación española. El Tribunal Supremo ya se definió hace tiempo y ahora, en la asamblea, hombres a los que supongo hay que tenerles un respeto en materia jurídica han llegado a la conclusión de que estatutos y reglamentos deben sufrir una revisión profunda.

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De la parte positiva de esta asamblea, celebrada a bote pronto, cabe la posibilidad de que dentro de un año nos demos cuenta de que no se ha tomado en consideración casi nada. Porque es bien seguro que habrá serias oposiciones, o tácticas dilatorias, para que la situación no cambie.

Lo triste del caso es que los actuales dirigentes deportivos, para no perecer en el tumulto, deberian aprovechar la ocasión presente a fin de ganar alguna credibilidad de la que carecen. Probablemente los clubs estarán a la altura de las circunstancias antes que las federaciones.

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