Incidentes al término de un funeral por Carrero Blanco.

Una misa por el alma del almirante Carrero Blanco fue ofrecida ayer en Madrid por la familia del fallecido presidente del Gobierno, en la iglesia de los jesuitas, de la calle de Serrano. Al término del acto religioso, una parte considerable de los asistentes salieron en manifestación, dando lugar a una serie de incidentes.

Asistieron al acto, entre otras personas, la viuda y familiares del fallecido; Carmen Polo de Franco, viuda del anterior jefe del Estado; la duquesa de Franco y el marqués de Villaverde; el ex presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro; varios ex ministros, entre e...

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Una misa por el alma del almirante Carrero Blanco fue ofrecida ayer en Madrid por la familia del fallecido presidente del Gobierno, en la iglesia de los jesuitas, de la calle de Serrano. Al término del acto religioso, una parte considerable de los asistentes salieron en manifestación, dando lugar a una serie de incidentes.

Asistieron al acto, entre otras personas, la viuda y familiares del fallecido; Carmen Polo de Franco, viuda del anterior jefe del Estado; la duquesa de Franco y el marqués de Villaverde; el ex presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro; varios ex ministros, entre ellos Julio Rodríguez, que depositó cinco rosas sobre el altar mayor, poco antes de comenzar el acto religioso; el teniente general Iniesta Cano, el presidente de Fuerza Nueva y variosiefes y oficiales de distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas.Finalizada la misa, se cantó el Cara al Sol en la puerta de la iglesia y se escucharon numerosos gritos contra el Gobierno y en favor de Franco y Blas Piñar. Varios centenares de personas marcharon posteriormente, en manifestación, hacia el lugar donde murió el almirante Carrero, en la calle Claudio Coello, repitiendo los gritos citados.

Una parte de este grupo se dirigió posteriormente hacia un edificio en construcción, situado muy cerca del lugar donde ocurrió el atentado; visiblemente excitados, increparon a los trabajadores que allí se encontraban, y volvieron a cantar el Cara al Sol. Fuerzas de la Policía Armada llegaron en ese momento, y el oficial que mandaba las mismas pidió a los reunidos, a través de un megáfono, que se disolvieran. Los manifestantes prorrumpieron en gritos de Viva la policía y policía, únete; uno de ellos fue retenido unos momentos por la fuerza pública, pero tras un intercambio de palabras entre la policía y los manifestantes, el retenido fue puesto en libertad.

Todavía un grupo de un centenar de personas bajaron por la calle Serrano en dirección a la puerta de Alcalá, aunque se disolvieron posteriormente, después de entorpecer el tráfico durante breves minutos.

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