Canarias, la culminación de una crisis

El Ministerio del Interior no responde al rector de La Laguna

El rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Betencourt, no ha recibido aún ninguna respuesta directa del Ministerio del Interior sobre las cuestiones que acerca de los recientes incidentes violentos el rector canario planteó esta semana. Tampoco ha recibido la autoridad académica garantías oficiales en el sentido de que si se vuelven a producir en el futuro enfrentamientos cerca del recinto universitario las fuerzas del orden no volverían a entrar en el campus, como hicieron el lunes y el martes de esta semana. Antonio Betencourt explicó ayer para EL PAIS su propia versión de los hechos ...

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El rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Betencourt, no ha recibido aún ninguna respuesta directa del Ministerio del Interior sobre las cuestiones que acerca de los recientes incidentes violentos el rector canario planteó esta semana. Tampoco ha recibido la autoridad académica garantías oficiales en el sentido de que si se vuelven a producir en el futuro enfrentamientos cerca del recinto universitario las fuerzas del orden no volverían a entrar en el campus, como hicieron el lunes y el martes de esta semana. Antonio Betencourt explicó ayer para EL PAIS su propia versión de los hechos violentos, de los que en muchos casos fue testigo presencial.Cuando comenzaron los enfrentamientos entre fuerzas de la Policía Armada y jóvenes, el pasado lunes, el rector se puso en contacto con Luis Mardones Sevilla, gobernador civil de la provincia, quien le prometió dar orden para que aquellas unidades no irrumpieran en el campus. En efecto, la Policía Armada abandonó poco después el sector y el rector dice que respiró tranquilo. Sin embargo, desde su casa oyó luego disparos secos, distintos a los de fogueo, y más tarde escuchó cómo jóvenes gritaban que un compañero suyo había muerto. La información que recibió el rector era de que tales disparos habían sido hechos por la Guardia Civil. El rector vio luego cómo se recogía del interior de la Universidad una bala limpia de las que aparentemente se habían utilizado en el tiroteo, y que ahora obra en poder de la autoridad judicial. Hay convocados cerca de un centenar de testigos para llevar a cabo esta investigación.

«La primera acción del rectorado, dice el profesor Betencourt, fue escribirle una carta muy enérgica al ministro de Educación y Ciencia para explicarle los hechos y para que el ministro le hiciera llegar al Gobierno la inquietud universitaria por los incidentes que se habían producido.» «Sigo sosteniendo -resume ahora su posición el rector canario- que la presencia de la fuerza pública en la Universidad es siempre un foco de conflicto. Para encontrar un parangón con la situación insólita que se ha vivido estos días habrá que remontarse a los tiempos de la dictadura ole Primo de Rivera o al primer año de la República.»

El profesor Betencourt le ha pedido a Iñigo Cavero, ministro de Educación y Ciencia, que tenga «una entrevista larga y específica» con el ministro del Interior, pero el rector desconoce todavía las conclusiones de la conversación que se hayan podido producir.

El profesor Betencourt irá a Madrid el domingo para entrevistarse con autoridades del Ministerio, a las que va a pedir, en primer lugar, medidas para paliar la masificación estudiantil que se produce en la Universidad de Canarias, donde más de 20.000 alumnos conviven en un campus muy reducido. También le indicará al Ministerio la necesidad de que éste dote a la Universidad de modo que pueda promocionar a un profesorado canario, «competente y estable, sin excluir a aquellos docentes peninsulares que tengan una altura como la que observan quienes trabajan ahora con nosotros».

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