Piden la liberación de todos los prisioneros de conciencia del mundo

Aldo Silva Arantes es un abogado brasileño que fue detenido el 16 de diciembre de 1976 en Sao Paulo por pertenecer a un partido político ilegal. Tras ser fuertemente torturado, fue condenado a cinco años de prisión. Su dirección actual es el Presidio del Hipódromo, rua del Hipódromo, Sao Paulo, SP. Brasil. Abdel Hafez Zeidan es un farmacéutico de cuarenta años, detenido en Halhul, al norte de Hebrón, por manifestarse con los estudiantes. Basándose en las leyes de Defensa o Emergencia que rigen en Israel desde 1945, Abdel está permanentemente recluido sin juicio. Su dirección es Prisión Hebrón....

Aldo Silva Arantes es un abogado brasileño que fue detenido el 16 de diciembre de 1976 en Sao Paulo por pertenecer a un partido político ilegal. Tras ser fuertemente torturado, fue condenado a cinco años de prisión. Su dirección actual es el Presidio del Hipódromo, rua del Hipódromo, Sao Paulo, SP. Brasil. Abdel Hafez Zeidan es un farmacéutico de cuarenta años, detenido en Halhul, al norte de Hebrón, por manifestarse con los estudiantes. Basándose en las leyes de Defensa o Emergencia que rigen en Israel desde 1945, Abdel está permanentemente recluido sin juicio. Su dirección es Prisión Hebrón. Hebrón, vía Israel. Ives Carel es un joven mecánico francés de veintiún años, de ideología anarquista, que se negó a cooperar con las fuerzas armadas y que no pudo recurrir al estatuto para objetores de conciencia, ya que en él sólo está prevista la objeción de conciencia por motivos religiosos o filosóficos, pero no políticos. Su domicilio actual es Prisión de Fresnes, avenue de la División Lecrerc, 94261 Fresnes. Francia. Kim Chi Ha es un poeta de Corea del Sur que lleva casi quince años de cárcel por denunciar la tortura en las prisiones de su país. Dirección: Prisión West Gate. Seúl. República de Corea. Hans Steffen es un predicador de la doctrina cristiana de los bautistas disidentes que ha sido condenado a cinco años de prisión en la Unión Soviética acusado de «actividades antisociales». Actualmente está en un campo de trabajo correctivo, siendo necesario para comunicarse con él dirigirse a SSSR, Moskva, Uchr 5110/1 IM, Steffenum, I. P. USSR.Estos son los cinco primeros nombres de una lista de 31 ciudadanos, prisioneros anónimos a su vez de una interminable lista de países de todo el mundo, facilitada a la opinión pública mundial por Amnesty International, organismo que lucha por la liberación de los prisioneros de conciencia y que mañana recibirá el premio Nobel de la Paz, coincidiendo la jornada con el veintinueve aniversario de la incumplida Declaración de los Derechos del Hombre.

Malos tratos y tortura

De la innumerable legión de ciudadanos que sufren prisión por sus convicciones, y que nunca recurriéron a la violencia, Amnesty International ha escogido 31 con los que llevar a cabo un simbólico gesto. En las próximas vacaciones navideñas, el correo tendrá que trabajar mucho ante las mencionadas prisiones, porque los 170.000 miembros con que cuenta Amnesty, más las personas que se adhieran a la iniciativa en todo el mundo van a felicitar personalmente a todos y cada uno de estos 31 seres humanos, en los que están representados todos los prisioneros de conciencia. Los directores de las prisiones se sorprenderán, sin duda, cuando presencien la llegada de tan numerosa correspondencia hacia individuos que viven en el oscuro anonimato de las prisiones.«En España ahora no hay presos de opinión», declara a EL PAIS, Sylvia Escobar, portavoz de Amnesty en nuestro país, que hoy viaja a Estocolmo con María Asunción Milá de Salinás y Manuel Salinas para asistir, con algunos miembros más de Amnesty, a la entrega del Nobel. Este organismo considera que prisionero de opinión o conciencia es todo aquel que sufre presidio por defender su ideología sin haber recurrido nunca a la violencia. Al parecer, ya no hay prisioneros de este tipo en España. «Hay objetores de conciencia -nos dice- y todavía bastantes denuncias por malos tratos en las prisiones españolas. Esperemos que por poco tiempo ya.»

«Debemos exigir responsabilidades a los torturadores de todo el mundo -continúa-. Hay que conseguir que policías, abogados -personal médico sobre todo- no se presten a estos hechos. Debemos lograr que se incorporen a los códigos de ética de estos profesionales estos principios.»

Amnesty International conmemora el veintinueve aniversario de la Declaración de Derechos Humanos con cuatro hechos en Nueva York, Londres, Estocolmo y Oslo. Entrega al secretario general de las Naciones Unidas de una petición firmada de un millón de personas demandando la libertad de los prisioneros de conciencia, la publicación en Londres del informe anual que registra las violaciones de los derechos humanos país por país, la celebración en Estocolmo de una conferencia internacional sobre la abolición de la pena de muerte y la entrega de los premios Nobel en Estocolmo.

En la introducción al informe anual de Amnesty, en el que se detallan los esfuerzos llevados a cabo en favor de los prisioneros políticos, el presidente de la asociación, Thomas Hammarberg, dice que no hay muchos elementos positivos en el informe, pues aunque en ciertos países se ha puesto en libertad a numerosos prisioneros políticos, la situación ha empeorado en otros.

Africa sigue siendo uno de los continentes en el que las detenciones durante largos períodos y sin juicio para eliminar a la oposición son más numerosas, destacando Suráfrica como el país que cuenta con el mayor número

En Suramérica la situación sobre los derechos humanos ha mejorado algo, aunque en países como Chile y Argentina, si bien ha disminuido el número oficial de prisioneros políticos, ha aumentado considerablemente el de desaparecidos.

En Asia, Indonesia continúa siendo el país que más olvida los derechos humanos, siendo numerosísimos los detenidos, algunos de los cuales llevan más de doce años encarcelados. El informe de este año contiene más información sobre China que en años anteriores. Sin embargo, ésta es deslabazada, suponiéndose que las ejecuciones y detenciones han sido numerosas durante la purga de los cuatro.

En Europa destaca la actividad de Amnesty en Irlanda. En Oriente Próximo los arrestos y ejecuciones masivos han aumentado durante el último año, probablemente debido a la situación política.

La acción que culmina el año en favor de los prisioneros de conciencia es la petición que el vicepresidente de la comisión ejecutiva de Amnistia Internacional, Muntaz Soysal, entregó al secretario general de las Naciones Unidas, firmada por más de 900.000 personas y por organizaciones que representan a más de 84 millones de habitantes en 133 países, entre las que se encuentran diez jefes de Estado.

Firmas españolas

El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez; el líder de la Oposición, secretario general del PSOE, Felipe González, y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Tarradellas, figuran entre los firmantes españoles, además de numerosos miembros del Congreso de Diputados y del Senado.«La democracia es todavía hoy una entelequia en el planeta -aseguran portavoces de Amnesty- si como tal se entiende el conjunto de condiciones, entre las que figuran la libertad de palabra, la no detención sin juicio y tribunales independientes y objetivos. No existe la democracia en la mayor parte del mundo... De los 144 países reunidos en la ONU, sólo treinta disponen de radio o prensa libre, siquiera remotamente libres. En un vasto número de países se puede encontrar a los líderes de la oposición, si es que se encuentran vivos, en las cárceles en lugar de en los bancos de los Parlamentos».

Pero la batalla de Amnesty aún no ha comenzado. Para el año que se inicia, se intenta luchar seriamente en todo el mundo contra la pena de muerte.

«En vísperas de la celebración del aniversario de la Declaración de los Derechos del Hombre, la respuesta a nuestra campaña -afirma Martín Ennals, secretario general de Amnesty International- prueba que la gente no está dispuesta a dejar en manos de los Políticos, legisladores y diplomáticos el tema de los derechos humanos, deseando que cese la hipocresía internacional.»