Cartas al director

Gironella, escándalo y escrúpulo

Con motivo de una entrevista hecha en televisión por M. Ferrand al escritor don José M., Gironella, éste, en una de sus respuestas, afirmó que la palabra escándalo, etimológicamente, significaba «arenilla» o «piedrecilla» que se introduce a veces en el calzado, causando molestias en el pie.En principio, el aserto del ilustre novelista me dejó un tanto perplejo, ya que sus conocimientos filológicos en relación con la palabra «escándalo» diferían de los míos, aprendidos en el ya lejano bachillerato. Pero me parecía imposible que una figura de la talla del señor Gironella pudiera comentar ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con motivo de una entrevista hecha en televisión por M. Ferrand al escritor don José M., Gironella, éste, en una de sus respuestas, afirmó que la palabra escándalo, etimológicamente, significaba «arenilla» o «piedrecilla» que se introduce a veces en el calzado, causando molestias en el pie.En principio, el aserto del ilustre novelista me dejó un tanto perplejo, ya que sus conocimientos filológicos en relación con la palabra «escándalo» diferían de los míos, aprendidos en el ya lejano bachillerato. Pero me parecía imposible que una figura de la talla del señor Gironella pudiera comentar tan alegremente el significado de la palabra «escándalo» ante un público de tan extensa audiencia como es el de la televisión.

Terminada la entrevista, y para deshacer mi perplejidad, acudí a un diccionario etimológico, donde, efectivamente, confirmé el error del señor Gironella, ya que la palabra que significa «arenilla» o «piedrecilla» no es la palabra escándalo, sino la palabra escrúpulo (del latín scrupulus, diminutivo de scrupus).

El vocablo escándalo, por su parte, no procede del latín, sino del griego (skandalos), y significa «tropiezo que se pone a uno para que caiga; ruina, pérdida».

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

A escrúpulo le va bien lo de "arenilla" o o «piedrecilla», porque el escrupuloso, metafóricamente, es un ser que vive molesto por tan poca cosa como puede ser una simple chinita introducida subrepticiamente en el calzado. Pero a escándalo (y, sobre todo, al escándalo de Tierra Santa a que hace referencia el título en el libro del señor Gironella, motivo de este comentario) más que una simple arenilla le iría bien toda la playa del mar de Galilea.

.

Archivado En