Los partidos políticos hablan sobre el divorcio
Tres partidos políticos -PSOE, PSP y PCE- expusieron el pasado jueves sus criterios en torno al divorcio, en una mesa redonda organizada por el Movimiento Democrático de Mujeres, a la que se invitó a los partidos parlamentarios. Alianza Popular y la Unión del Centro no asistieron.Los partidos presentes, representados por Maite Baiges (PSOE), María Teresa Rodríguez (PSP) y la abogada Cristina Almeida (PCE), se mostraron partidarios de una ley de divorcio y pusieron de manifiesto su aconfesionalidad.
La militante del PSOE dijo que su partido elabora un anteproyecto de ley de divorcio. Se ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Tres partidos políticos -PSOE, PSP y PCE- expusieron el pasado jueves sus criterios en torno al divorcio, en una mesa redonda organizada por el Movimiento Democrático de Mujeres, a la que se invitó a los partidos parlamentarios. Alianza Popular y la Unión del Centro no asistieron.Los partidos presentes, representados por Maite Baiges (PSOE), María Teresa Rodríguez (PSP) y la abogada Cristina Almeida (PCE), se mostraron partidarios de una ley de divorcio y pusieron de manifiesto su aconfesionalidad.
La militante del PSOE dijo que su partido elabora un anteproyecto de ley de divorcio. Se basa en la separación de competencias de la Iglesia y el Estado y sostuvo que, hoy por hoy, una ley de divorcio civil tendría que dar por anulado el matrimonio religioso, aunque en un futuro se hicieran planteamientos diferentes para creyentes o quienes no lo fueran.
La representante del PSP insistió en la necesidad de que la mujer sea independiente desde el punto de vista económico, «porque -dijo mientras un hombre nos dé de comer, ese hombre será nuestro dueño».
Cristina Almeida resumió en tres los puntos que su partido propugna para una ley de divorcio: 1) que no se busque un culpable, sino que se tienda a remediar una situación de hecho; 2) que el procedimiento sea claro, rápido y económico; 3) que los efectos sean sociales, asumidos por la sociedad, no por una de las partes.