Intento de secuestro del ministro de Justicia

Los anarquistas tenían planeado un secuestro del ministro de Justicia, Landelino Lavilla, pero el proyecto fue abandonado debido a la presión ejercida por elementos anarquistas moderados. El complot, secreto hasta ahora, iba a realizarse según el modelo del de Hans Martin Schleyer, ejecutado por simpatizantes del anarquista alemán Andreas Baader.El ministro de Justicia, Landelino Lavilla, debería permanecer cautivo hasta que el Gobierno español accediera a poner en libertad a todos los presos, incluyendo los comunes. De acuerdo con los anarquistas, la amnistía otorgada recientemente no incluía...

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Los anarquistas tenían planeado un secuestro del ministro de Justicia, Landelino Lavilla, pero el proyecto fue abandonado debido a la presión ejercida por elementos anarquistas moderados. El complot, secreto hasta ahora, iba a realizarse según el modelo del de Hans Martin Schleyer, ejecutado por simpatizantes del anarquista alemán Andreas Baader.El ministro de Justicia, Landelino Lavilla, debería permanecer cautivo hasta que el Gobierno español accediera a poner en libertad a todos los presos, incluyendo los comunes. De acuerdo con los anarquistas, la amnistía otorgada recientemente no incluía a los comunes, quienes, bajo la ley burguesa, no tuvieron la oportunidad de ser juzgados justamente.

Según declaraciones de un confidente, miembro de la Confederación Nacional del Trabajo, «fue una suerte que tuviéramos conocimiento del plan antes de que se llevara a cabo». «Mi argumento -continúa éste- fue que el Gobierno decretaría la ilegalidad de la CNT en caso de realizarse el secuestro, y que la CNT es el único instrumento con que contamos actualmente para eliminar el Gobierno en el país.»

Este plan abortado refleja tensiones graves entre las filas anarquistas sobre la vuelta al terrorismo que caracterizaba al movimiento antes de la guerra civil española. También pone de relieve la fragilidad de la relativa calma que vive España bajo la recién estrenada democracia.

«El Gobierno quiere provocar ciertas actuaciones que justifiquen la prohibición de continuar en la legalidad», dice un miembro del comité. «Algunos actos de terrorismo han sido provocados por agentes policiales infiltrados en la CNT. Tenemos pruebas de esto, y hemos encontrado carnets de identidad en posesión de algunos de los provocadores».

Los moderados opinan que todavía no es el momento de usar la violencia, pero sí favorecer una ola de huelgas que contribuya a desestabilizar a la actual sociedad burguesa. Cuando el Partido Socialista esté en el poder, los trabajadores verán que este partido no podrá hacer nada en su favor, entonces volverán con nosotros», declara un líder del movimiento.

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