Asistentes sociales en el extranjero

Con gran sorpresa he leído el escrito que, bajo el título de «Un agregado laboral responde» y firmado por don Jesús de Cortázar, apareció en EL PAIS de fecha 14 de octubre. En este escrito se manifiesta que «las agregadurías laborales prestan la única ayuda efectiva que han recibido los emigrantes españoles», punto que me atrevo a negar rotundamente.Soy una de los 91 asistentes sociales que trabajamos para y con los emigrantes españoles en la RFA, y me niego a admitir que en el escrito mencionado -aunque quizá sea por una frase mal formulada- se desacredite tan rotundamente nuestro trab...

Con gran sorpresa he leído el escrito que, bajo el título de «Un agregado laboral responde» y firmado por don Jesús de Cortázar, apareció en EL PAIS de fecha 14 de octubre. En este escrito se manifiesta que «las agregadurías laborales prestan la única ayuda efectiva que han recibido los emigrantes españoles», punto que me atrevo a negar rotundamente.Soy una de los 91 asistentes sociales que trabajamos para y con los emigrantes españoles en la RFA, y me niego a admitir que en el escrito mencionado -aunque quizá sea por una frase mal formulada- se desacredite tan rotundamente nuestro trabajo, negándonos cualquier efectividad en nuestro empeño de paliar en lo posible las dificultades con que tropiezan continuamente y en todos los ámbitos todos los trabajadores españoles que se encuentran aquí.

Si mucho no me equivoco, la labor de las asesorías (delegaciones locales de la agregaduría laboral) se centra, ante todo, en asuntos de tipo laboral, incluida la defensa de los españoles ante la Magistratura de Trabajo en procesos de este tipo. Considero casi imposible describir el campo de nuestro trabajo -es decir, el de los asistentes sociales-, pero quizá valga como ejemplo el que cite problemas de escolaridad, familiares, de vivienda, de asuntos legales relacionados con la estancia en este país (permisos, etcétera) y así, casi hasta el infinito -uno de los motivos por los que todos los emigrantes españoles nos conocen-.

Sin embargo, quiero indicar que, efectivamente, conozco la labor tan positiva que llevan a cabo las asesorías laborales, con las que además colaboramos muy estrechamente. Creo que únicamente con esta estrecha colaboración podemos coordinar debidamente nuestro trabajo para con los emigrantes -por mi parte, incluso puedo hablar de una colaboración ideal con «mi» asesor laboral-. Pero de esto, a decir que las asesorías laborales sorilas únicas que realizan una tarea efectiva, va un buen trecho.

Con fecha 13-10-77, el señor de Gortázar me escribía: «Aseguro a usted que constituye mi intención continuar e intensificar los contactos y colaboración entre asistentes sociales y los servicios dependientes de esta agregaduría laboral». Con esto está ya todo dicho.