Ultraderechistas y bombas de humo sembraron la confusión en el Rastro

El pasado domingo, nuevamente, hubo altercados de orden público en el Rastro como consecuencia de la actuación de diez o doce ultraderechistas que, al grito de iViva Cristo Rey! , irrumpieron fugazmente en la zona en que los partidos políticos de izquierda asientan sus puestos de propaganda, alrededor de la una de la tarde, golpearon a los transeúntes con porras y cadenas. No se produjeron heridos ni detenidos.

Desde el domingo día 30 habían empezado a circular por la ribera de Curtidores unas octavillas convocando a un paro de los comerciantes para el pasado domingo día 6, como protest...

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El pasado domingo, nuevamente, hubo altercados de orden público en el Rastro como consecuencia de la actuación de diez o doce ultraderechistas que, al grito de iViva Cristo Rey! , irrumpieron fugazmente en la zona en que los partidos políticos de izquierda asientan sus puestos de propaganda, alrededor de la una de la tarde, golpearon a los transeúntes con porras y cadenas. No se produjeron heridos ni detenidos.

Desde el domingo día 30 habían empezado a circular por la ribera de Curtidores unas octavillas convocando a un paro de los comerciantes para el pasado domingo día 6, como protesta por la serie de incidentes violentos registrados en las últimas semanas, consecuencia de la actuación incontrolada de bandas ultraderechistas. Antes del pasado domingo las posturas estaban divididas. Mientras un sector de comerciantes mantenía la idea de no abrir el domingo, otros pensaban que actuar de esta forma sería favorecer lo que veían como un proceso de desestabilización. Tras las conversaciones mantenidas por el gobernador civil con representantes de partidos políticos, éstos insistían en la inconveniencia de que la fuerza pública estuviera presente en el Rastro. Sin embargo, aunque no de forma visible, el número de policías que vigilaron el Rastro el domingo pasado fue el doble de lo que suele ser normalmente.Según se informó ayer a EL PAIS en el Gobierno Civil de Madrid, el pasado domingo hubo fuerzas de policía armada, policía de paisano y antidisturbios cerca del Rastro. Sin embargo, según fuentes oficiales la actuación de los ultraderechistas fue sumamente rápida y huyeron antes de la llegada de la policía.Tras la actuación de los incontrolados, que produjo desconcierto, carreras y destrozo de puestos, así como, pérdida de mercancía, según los vecinos, se produjo una carga inexplicable de la policía, que disparó dos botes de humo. En el Gobierno Civil de Madrid se informó que esta actitud de la policía sobrevino como consecuencia de los insultos y agresiones verbales de que fue objeto. Al parecer, según esta misma fuente, los militantes de partidos políticos, que no reaccionaron ante la presencia de ultraderechistas, lo hicieron cuando éstos escapaban y siguieron cuando llegó la fuerza pública. En el Gobierno Civil se admitió ayer que hubo disparo de botes de humo en el Rastro.

Durante los próximos dos días, Juan José Rosón, gobernador civil, mantendrá conversaciones con representantes de los comerciantes y los partidos políticos para tratar de encontrar una solución a la cadena de anormalidades habidas desde hace varias semanas. Al parecer, la opinión de los comerciantes, que el pasado domingo no abrieron sus establecimientos, aunque sí lo hicieron los vendedores de puestos, es que la presencia de partidos políticos ha traído como consecuencia la aparición de bandas ultraderechistas que siembran el desconcierto y la inseguridad entre los transeúntes, compradores y vendedores.

Los partidos políticos siguen opinando que la presencia de la fuerza pública cerca de los puestos de propaganda, única manera de evitar inmediatamente la actuición de incontrolados, según el Gobierno Civil, es innecesaria y deteriora la imagen de lo que pretende ser esta zona de debate político y venta de propaganda. Al parecer, según se informó ayer, el Gobierno Civil no tiene intención de imponer la policía a los puestos de propaganda política, aunque, como queda dicho, piensa que sería la única manera de garantizar el cese de las actividades de los ultraderechistas y su detención.

A juicio de los comerciantes, resulta extraño también que el Ayuntamiento de Madrid, y en especial el departamento de Seguridad y Policía Municipal, guarden silencio sobre este tema y sobre la posibilidad de que a los partidos políticos se les ofrezca la alternativa de utilizar el Retiro madrileño como lugar de debates ,y propaganda política, al igual que se hace, por ejemplo, en Hyde Park, en Londres.

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