Lo que falta y lo que sobra

A España le faltan y le sobran políticos que hagan política nacional y, aunque sea a través de nuestras diversas y fantásticas regiones, que consigan que, al fin y a la postre, el resultado sea «uno» y por tanto «único» en lo fundamental para todos, que dicha política sea desinteresada de fines partidistas e interesada en fines nacionales y que dejen el pasado y encajen en el presente para poder construir el futuro.A España le faltan y le sobran planes urgentes y eficaces en su economía, cada vez más exhausta por el desgaste que le supone todas las grandes alteraciones de orden laboral, todas ...

A España le faltan y le sobran políticos que hagan política nacional y, aunque sea a través de nuestras diversas y fantásticas regiones, que consigan que, al fin y a la postre, el resultado sea «uno» y por tanto «único» en lo fundamental para todos, que dicha política sea desinteresada de fines partidistas e interesada en fines nacionales y que dejen el pasado y encajen en el presente para poder construir el futuro.A España le faltan y le sobran planes urgentes y eficaces en su economía, cada vez más exhausta por el desgaste que le supone todas las grandes alteraciones de orden laboral, todas las reformas del sistema fiscal tan necesarias pero también tan inoportunas en estos momentos, y toda esa campaña de desprest gio hacia el poder económico que casi hace aparentar como un delito la honorable y digna retribución conseguida por el trabajo de una operación mercantil llamada normalmente beneficio.

A España le faltan y le sobran huelgas que reivindiquen intereses laborales y no políticos que se hacen sin orden ni concierto y que lo que consiguen es un enorme perjuicio para la clase trabajadora.

No olvidemos que la democracia es un lujo de países ricos, y en un país donde empieza a nacer, si lo empobrecemos entre todos, nos jugamos lo recientemente conseguido. La solución está en trabajar cada vez más y mejor, dejando un poco la política y pensando mas seriamente en la economía.

Respaldar y dignificar a nuestras ejemplares y sufridas fuerzas de seguridad y orden, hoy tan atacadas por todos los frentes. Asegurar el poder adquisitivo y, el ahorro de las clases sociales más necesitadas, que ven cómo día a día su dinero vale menos y sus ahorros tienen un valor también menor. Resumiendo, pienso que a España le faltan realidades concretas, muchas de ellas bien simples, y le sobran demagogias, muchas de ellas bien complicadas.