Las reservas de divisas suponen 5.733 millones de dólares
Las reservas de divisas se situaban al acabar el pasado mes de septiembre en la cifra de 5.733 millones de dólares, nivel similar al registrado en el primer trimestre del pasado año. Desde aquella fecha, el deterioro de la cifra de reservas, ha sido constante, a pesar del fuerte endeudamiento exterior, con la única excepción de los meses veraniegos, en que a la reducida actividad comercial se unían los fuertes ingresos de divisas por turismo.Desde la devaluación del pasado 12 de julio, la entrada de divisas ha sido de 2.250 millones de dólares, cifra que indica la reacción favorable a la peset...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Las reservas de divisas se situaban al acabar el pasado mes de septiembre en la cifra de 5.733 millones de dólares, nivel similar al registrado en el primer trimestre del pasado año. Desde aquella fecha, el deterioro de la cifra de reservas, ha sido constante, a pesar del fuerte endeudamiento exterior, con la única excepción de los meses veraniegos, en que a la reducida actividad comercial se unían los fuertes ingresos de divisas por turismo.Desde la devaluación del pasado 12 de julio, la entrada de divisas ha sido de 2.250 millones de dólares, cifra que indica la reacción favorable a la peseta producida inmediatamente después de la devaluación. En los primeros días de julio, en los que en los mercados internacionales se daba por descontada una inminente depreciación de la peseta, el Banco de España tuvo que comprar pesetas por valor cercano a los mil millones de dólares con objeto de hacer frente a la especulación.
En el mes de septiembre el aumento de reservas fue de 415 millones de dólares. En los nueve primeros meses del año el aumento es de 780,8 millones de dólares.
La cifra de 5.700 millones de reservas, que previsiblemente no crecerá hasta fin de año supone, en opinión de los expertos, un importante capital para hacer frente a la crisis económica, sin necesidad de recurrir a créditos exteriores de envergadura que condicionaran el tipo de medidas a aplicar para afrontar la crisis.