Indicios de cambio en la postura española hacia el Sáhara

El Gobierno español ha comenzado a cambiar su postura respecto al Sahara occidental a causa de la presión ejercida por los partidos izquierdistas, informó ayer el diario The New York Times en una crónica de su corresponsal en Madrid, James Markham.Mientras que el Frente Polisario ha llegado a ser el grupo favorito de la izquierda española y especialmente del Partido Socialista Obrero Español, escribe Markham, miembros de la coalición gubemamental de Adolfo Suárez han recibido a representantes del Polisario, y el Gobierno ha comenzado a hablar de «auto determinación».

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El Gobierno español ha comenzado a cambiar su postura respecto al Sahara occidental a causa de la presión ejercida por los partidos izquierdistas, informó ayer el diario The New York Times en una crónica de su corresponsal en Madrid, James Markham.Mientras que el Frente Polisario ha llegado a ser el grupo favorito de la izquierda española y especialmente del Partido Socialista Obrero Español, escribe Markham, miembros de la coalición gubemamental de Adolfo Suárez han recibido a representantes del Polisario, y el Gobierno ha comenzado a hablar de «auto determinación».

En cualquier caso, el Gobierno Suárez parece haber modificado su tono, pero no el contenido de su política hacia el Sahara, y quiere mantenerse tan neutral como sea posible en la lucha entre Argelia y Marruecos por la hegemonía en la zona. España, afirma el corresponsal del Times, continúa vendiendo armamento ligero a Marruecos y Mauritania, incluidos obuses de 105 milímetros y Jeeps armados, a pesar de que se habló de suspender estas ventas.

La crónica de Markham coincide en algunos puntos con la postura hecha pública por Marcelino Oreja en su discurso del mes pasado ante la sesión plenaria de la XXXII Asamblea General de la ONU. «España confía en que puedan hallarse fórmulas que faciliten la eliminación de la tensión en la zona y propicien su estabilidad en el marco de una solución justa y duradera», dijo el canciller español para añadir después que tal solución debería buscarse «de acuerdo con las partes, en la armonización de sus respectivos y legítimos intereses y teniendo en cuenta la expresión de la voluntad saharaui».

Aparte del párrafo en que se habla de tener en cuenta la «expresión de la voluntad saharaui», lo que sería una clara toma de postura por la autodeterminación de la población de la ex colonia española, el ministro de Asuntos Exteriores anunció la colaboración de su Gobiemo en los «esfuerzos humanitarios» destinados a mitigar el sufrimiento de las poblaciones saharauis refugiadas en Argelia. Por último, la alusión a «poner en práctica medidas que puedan contribuir a la distensión» no tiene sentido desde la postura actual en que España está armando a los países que ocuparon el Sahara occidental. La suspensión de los envíos de armas ligeras a Marruecos y Mauritania sería, pues, algo previsto por el Gobierno, que realmente comenzaría así a cambiar su posición respecto a la antigua colonia. Tanto esta medida como las referencias a la «autodeterminación» que han sido acogidas favorablemente por Argelia y el Polisario, significarían un enrarecimiento de las relaciones con Rabat y Nuakchott.

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