El tema de las ocupaciones de pisos, en punto muerto

Centenares de vecinos de San Blas participaron ayer en una manifestación autorizada en la cual se exigió la remodelación del Polígono H y de San Blas I, también una política ajustada en la adjudicación de viviendas, contra la especulación de locales comerciales y por una solución al tema de los pisos vacíos que favorezca a los vecinos del área. Este punto parece haber sido el que mayor interés suscita ahora entre el vecindario, a tenor de las distintas cuestiones relacionadas con la ocupación de viviendas de la Obra Sindical del Hogar y del antiguo Ministerio de la Vivienda.En líneas generales...

Centenares de vecinos de San Blas participaron ayer en una manifestación autorizada en la cual se exigió la remodelación del Polígono H y de San Blas I, también una política ajustada en la adjudicación de viviendas, contra la especulación de locales comerciales y por una solución al tema de los pisos vacíos que favorezca a los vecinos del área. Este punto parece haber sido el que mayor interés suscita ahora entre el vecindario, a tenor de las distintas cuestiones relacionadas con la ocupación de viviendas de la Obra Sindical del Hogar y del antiguo Ministerio de la Vivienda.En líneas generales, la manifestación de ayer se interpreta en medios vecinales consultados por EL PAIS como una prueba del deseo de fimar los contornos de movimiento salvaje que el tema de la ocupación de pisos vacíos ha aparentado, según algunas interpretaciones recogidas en diferentes medios madrileños. Además, la manifestación habría sido planteada con el intento de lograr rentabilizar y fortalecer la denominada Comisión de Vivienda, organismo mixto recientemente creado para solucionar, entre la Asociación de Vecinos y el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, la cuestión de las viviendas abandonadas o vacías.

Sin embargo, pese al visible fortalecimiento de las entidades vecinales interesadas en el problema, no se aprecian soluciones a corto plazo. El tratamiento y el acopio de datos y documentación sobre las Viviendas desocupadas, con certeza va a llevar aparejados unos plazos previsiblemente dilatados, mientras la prolongada falta de soluciones eficaces al problema no ha hecho más que aumentar la impaciencia de las familias que carecen de vivienda y que ahora se encuentran dispuestas a cualquier tipo de iniciativa con tal de satisfacer su necesidad de instalarse en una vivienda.

En líneas generales, este movimiento vecinal se encuentra ahora en un punto muerto, del cual únicamente saldrá en función de la agilización en la adjudicación de pisos desocupados a familias necesitadas y en la rapidez en la formulación de un estatuto que afirme y afiance la validez y la legitimidad de las ocupaciones.