Reportaje:El Monte de El Pardo / 2

Terrenos libres, privatizados para sufragar el conjunto

Entre 1.500 y 2.000 hectáreas del monte de El Pardo están ocupadas hoy por dependencias privadas, ya sea vendidas, lo que las hace irrecuperables, o en régimen de concesión, que cuando terminen revertirán al Patrimonio Nacional. Hasta ahora las concesiones han continuado la misma línea que las ventas: traspasar terrenos comunes a particulares que los han utilizado con fines elitistas, orientándolos a un sector social de alto poder adquisitivo. Los ejemplos más evidentes serían los del Tejar de Somontes, la sociedad de Tiro de Pichón, y la misma Fundación Generalísimo Franco.

En el Gabin...

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Entre 1.500 y 2.000 hectáreas del monte de El Pardo están ocupadas hoy por dependencias privadas, ya sea vendidas, lo que las hace irrecuperables, o en régimen de concesión, que cuando terminen revertirán al Patrimonio Nacional. Hasta ahora las concesiones han continuado la misma línea que las ventas: traspasar terrenos comunes a particulares que los han utilizado con fines elitistas, orientándolos a un sector social de alto poder adquisitivo. Los ejemplos más evidentes serían los del Tejar de Somontes, la sociedad de Tiro de Pichón, y la misma Fundación Generalísimo Franco.

En el Gabinete de Prensa del Patrimonio, de forma oficiosa, ya que actualmente trabajan en la preparación de un amplio dossier sobre el monte de El Pardo y prefieren exponer su opinión por ese medio, informaron que la venta y cesión de terrenos fue algo impuesto por las características específicas del Patrimonio que, al ser un organismo autónomo, no recibe subvenciones de ningún tipo.Los fondos conseguidos en esas operaciones se destinarán a mantener, reparar y mejorar los bienes actuales del organismo, tanto muebles como inmuebles.

En contrapartida, el Patrimonio Nacional es un organismo opaco, que depende directamente de la Jefatura del Estado. Debe ser el único ente oficial que no rinde cuentas ante el Tribunal de Cuentas del Reino y ni Hacienda dispone de interventores oficiales que las examinen. La administración de sus propiedades se hace asimismo sin excesivas conexiones con los diferentes organismos con competencias en el mismo campo. Así, en el palacio cre La Zarzuela se han añadido en años pasados dos pabellones independientemente de la Dirección General de Bellas Artes, que debió visarlo al estar declarado monumento nacional. Este tipo de actuaciones, sin embargo, se han justificado en el sentido que los técnicos de Bellas Artes conocían las obras, que no son clandestinas, ni mucho menos, y que simplemente,se. han evitado dilaciones burocráticas.

Parcelas privatizadas

Según sé va por la carretera de Moncloa a El Pardo, el automovilista se encuentra con los accesos a las diversas instalaciones. Primero el Parque Sindical, solaz masificado del pueblo madrileño, en el que todos los veranos el número de visitantes sobrepasa el millón de personas. Luego la Playa de Madrid, en servicio desde tiempos de la República.

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A la derecha se encuentra la sociedad de Tiro de Pichón, presidida por Rafael de la Joya, arquitecto residente en la colonia La Florida. El presidente de honor, José Falcó y Alvarez de Toledo, conde de Elda, es también vocal de la inmobiliaria Urbis, ligada a Laparanza, SA, propietaria a su vez de la finca de Viñueles, en la que se quería construir una ciudad satélite de 100.000 habitantes -el proyecto no fue admitido por el Ministerio de la Vivienda.

Para ser socio del Tirón de Pichón son dos los requisitos más importantes, contar con el aval de dos personas que ya lo sean, y pagar una cuota de entrada cercana a las 225.000 pesetas. El Tejar de Somontes es el otro gran club privado, aunque en este caso la cuota sea sólo de 96.000 pesetas.

Fundación Generalísimo

Capítulo aparte merece la Fundación Generalísimo Franco, cobijada desde su creación por el anterior Jefe de Estado, quien de su puño y letra redactó el acta fundacional, en 1941. Su finalidad era impulsar la fabricación de muebles, bronces, tapices, alfombras.... continuando la tradición española en estos menesteres, al tiempo que se diera instrucción gratuita a obreros en, estos oficios. Los cuatro millones decapital inicial fueron donados por Francisco Franco.

Desde entonces, la protección a este organismo ha sido total aunque -según la opinión de personas especializadas- sus creaciones no se puedan considerar artísticas y se limite a la copia más o menos feliz de creaciones de siglos anteriores. Su presidente actual es Fernando Fuertes de Villavícencio, presidente a su vez del Patrimonio Nacional, ya que este organismo decidió absorber la fundación cuando sus finanzas no eran demasiado boyantes.

Decoración oficial

Se considera como promotor de la idea de la Fundación a Bernardo Suárez, amigo personal de Franco y fabricante de alfombras en León. Los actuales productos que salen de sus naves se destinan por lo general al adorno de ministerios, despachós oficiales, restaurantes o bien hoteles de lujo. Se cree que la Fundación ha vuelto hoy al INI, a través de la Empresa Nacional de Artesanía, lo que se enmarcaría en la política del INI de hacerse cargo de empresas deficitarias.

A lo largo de toda la franja del Manzanares, hasta llegar al embalse de El Pardo, se suceden otros edificios, algunos de ellos militares.

Los más importantes son el Instituto Llorente de Bacteriologia, las instalaciones de la División Acorazada Brunete, otras dependencias del Ministerio del Ejército y de Obras Públicas, el Parque Central de Transmisiones, la extinta Secretaría General del Movimiento, los Viveros de la Villa de Madrid, y algunos restaurantes, como El Faro, Gínebra, La Perdiz, y el de Sornontes.

La explicación facilitada oficiosamente pior el Patrimonio Nacional consiste, por una parte, en su necesidad de recaudar fondos, y por otra, que ocupan franjas de terrenos situadas a ambos lados de la carretera y limitada por uno de los lados por el rio Manzanares, por lo que son zonas poco aptas para servir de hábitat a los animales que viven libremente en la zona vallada del monte.

Aguas arriba del Manzanares, en su margen izquierda, se encuentran dos sociedades más destinadas a la alta sociedad, el Club Puerta de Hierro y el Club de Tiro Somontes.

Algunos de los direciores o propietarios de restaurantes de la zona, consultados sobre el importe del alquiler de los terrenos, su duración, han preferido guardar silencio. Se muestran también de acuerdo en que el monte no sea abierto al público, ya que su utilización masiva -alegan- acarrearía su degradación.

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